Una mujer de 33 años murió de hantavirus en Tucumán
Tucumán llevaba más de cuatro años sin registrar casos de hantavirus. Sin embargo, en las últimas horas, la provincia confirmó que una mujer de 33 años falleció a causa de esta enfermedad.
La paciente -de quien no trascendió el nombre- residía en la capital provincial y fue el Instituto Maiztegui de Pergamino el que confirmó la causa de su deceso, el cual ocurrió a fines de octubre. Lo hizo luego de que el Sistema Provincial de Salud (Siprosa) tucumano enviara las muestras hace poco más de una semana.
¿Qué es el hantavirus y cómo se contagia?
El sitio oficial del Ministerio de Salud de la Nación explica que la enfermedad por hantavirus es una zoonosis emergente, producida por los virus ARN, pertenecientes a la familia Bunyaviridae. Llega hasta los humanos a través de roedores silvestres, quienes presentan “una infección crónica asintomática con viremia persistente”. ¿Cómo propagan el virus? A través de la orina, la saliva y las heces.
“Otras posibles vías de transmisión son mediante el contacto con excrementos o secreciones de ratones infectados con las mucosas conjuntival, nasal o bucal, o mordedura del roedor infectado”, agregan desde la cartera de Salud.
¿Puede transmitirse el hantavirus de persona a persona?
El Ministerio de Salud sostiene que hay evidencia que sostiene que el virus puede transmitirse de persona a persona. “Las secreciones y otros fluidos humanos deben considerarse potencialmente peligrosos. La transmisión al humano generalmente ocurre al introducirse en el hábitat de los roedores en zonas suburbanas y ambientes rurales”, especifican.
En el caso de la paciente tucumana, hoy las autoridades sanitarias provinciales poseen tienen, por estas horas, un doble desafío: por un lado identificar el tipo de virus para saber a qué roedor corresponde y también analizar dónde pudo haber ocurrido el contagio.
¿Cuáles son los síntomas y que especies de virus circulan en Argentina?
“El síndrome cardiopulmonar por hantavirus puede presentarse como un cuadro leve con un síndrome febril inespecífico o llegar hasta la manifestación más grave con insuficiencia respiratoria grave y shock cardiogénico. Los primeros síntomas son similares a un estado gripal: fiebre 38°C, dolores musculares, escalofríos, cefalea, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea sin compromiso de vías aéreas superiores”, manifiesta la explicación oficial.
Allí se especifica que son dos las especies que circulan en Argentina: Andes y Laguna Negra. Sin embargo existen 10 genotipos virales diferentes, de los cuales ocho están asociados al síndrome cardiopulmonar por hantavirus: Andes sur; Andes lechiguanas, Andes Buenos Aires (HU39694), Andes Central Plata, Andes Orán, Andes Bermejo, Andes Juquitiba y Laguna Negra.
¿Cómo prevenir el hantavirus?
La Fundación Huésped, organización que trabaja para reducir la transmisión de múltiples enfermedades virales en el país, aconseja en 11 puntos las mejores prácticas para prevenir el contagio del hantavirus:
- Evitar la convivencia con roedores y el contacto con sus secreciones.
- Evitar que los roedores entren o hagan nidos en las viviendas.
- Si realizan actividades de trekking usar calzado cerrado y circular sólo por sendas habilitadas.
- Tapar orificios en puertas, paredes y cañerías.
- Realizar la limpieza (pisos, paredes, puertas, mesas, cajones y alacenas) con una parte de lavandina cada nueve de agua (dejar 30 minutos y luego enjuagar). Humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo.
- Si vive en zonas rurales, colocar las huertas y almacenar la leña a más de 30 metros de las viviendas, cortar pastos y malezas hasta un radio de 30 metros alrededor del domicilio.
- Ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a lugares que hayan estado cerrados (viviendas, galpones) y cubrirse la boca y la nariz con un barbijo N95 antes de ingresar.
- Lavarse las manos con agua y jabón al finalizar estas tareas.
- Al acampar, hacerlo lejos de maleza y basurales, no dormir directamente sobre el suelo y consumir agua potable.
- Si se encuentra un roedor vivo, usar veneno para roedores o tramperas para capturarlo (no intentar tocarlo o golpearlo). Consulte en el municipio si se dispone de un servicio de control de plagas.
- Si se encuentra un roedor muerto, rociarlo con lavandina junto con todo lo que haya podido estar en contacto y esperar un mínimo de 30 minutos. Luego recogerlo usando guantes y enterrarlo a más de 30 centímetros de profundidad o quemarlo.