Boris Johnson consideró que el COVID se vuelve endémico y levantará todas las restricciones
El primer ministro británico Boris Johnson anunció este miércoles que la próxima semana pondrá fin a las principales restricciones contra el COVID impuestas para combatir la variante ómicron en Inglaterra, y en marzo terminará el aislamiento para los casos positivos.
Qué restricciones levantó Boris Johnson en Inglaterra
A partir del jueves 27 de enero, el uso de la mascarilla ya no será obligatorio, no se recomendará oficialmente el teletrabajo y no se exigirá el pase sanitario para tener acceso a los locales nocturnos y a determinadas reuniones multitudinarias, anunció el líder conservador en el Parlamento.
”A medida que el Covid se vuelve endémico, tenemos que sustituir las obligaciones legales por consejos y recomendaciones”, argumentó Johnson.
Señaló que no tenía intención de prorrogar la normativa que impone el aislamiento para los casos positivos de covid-19 cuando expire el 24 de marzo. Esta flexibilización de medidas anticovid ocurre en medio de un escándalo por las fiestas del gobierno durante el confinamiento, que salpicó al primer ministro.
En su intervención, Johnson indicó que de momento sigue vigente el requisito legal de hacer cuarentena al dar positivo de COVID, que ahora es de un mínimo de cinco días
El líder conservador se amparó en los últimos datos científicos, que revelan “una baja en los niveles de infección” que apuntan a que “la variante ómicron ya ha alcanzado el punto álgido a nivel nacional”.
Para el líder conservador la decisión de terminar con las normas incluidas en el plan B supone “un reflejo de la intención del Gobierno de confiar en que los ciudadanos británicos tomen decisiones adecuadas”.
Según los últimos datos oficiales divulgados ayer por el Ministerio de Sanidad, el conjunto del Reino Unido registró otros 94.432 contagios en 24 horas y notificó 438 nuevas muertes por coronavirus, la mayor cifra diaria de decesos comunicada desde febrero del pasado año.
Las restricciones vigentes fueron introducidas el pasado diciembre a fin de ralentizar la propagación de la variante ómicron, mucho más transmisible, y para dar tiempo a que se administrase el mayor número posible de vacunas de refuerzo.