Verano, sexo y pandemia, un trío que busca superar la tercera ola
Estos últimos veranos estuvieron atravesados por la pandemia. Este año pasa lo mismo sobre todo en estos últimos meses por el aumento de los contagios en nuestro país y el mundo.
Si hablamos del comportamiento sexual durante el contexto de la pandemia, hay evidencia que demuestra que las relaciones sexuales fueron menos frecuentes y satisfactorias, así como el distanciamiento social influyó en los nuevos vínculos sexo/afectivos, limitando las relaciones casuales.
“Por el miedo y las restricciones impuestas bajaron los controles clínicos, ginecológicos, urológicos, y las consultas a los centros de salud reproductiva, lo cual llevó a una merma de información de métodos anticonceptivos sobre todo para las parejas de jóvenes que empezaban a tener relaciones sexuales”, revela Walter Ghedin (M.N. 74.794), psiquiatra y sexólogo.
Aun así, en plena pandemia, más del 40 % de las personas solas o separadas de sus parejas violaron el límite impuesto para encontrarse y tener sexo.
Intimidad por pantallas vs. convivencia forzada
El sexo virtual que sirvió para mantener el deseo en las parejas no convivientes tuvo su desgaste cuando lo buscado era sí o sí la presencia del otro. En algunas parejas, la convivencia diaria durante tanto tiempo, tuvo un efecto negativo sobre el vínculo, aparecieron o se exacerbaron crisis, sumado a la poca tolerancia y los pocos recursos afectivo/emocionales para resolverlas.
“En otros casos, diría los menos, sirvió de aprendizaje para una oportunidad de cambio. Estas parejas, inmersas en las responsabilidades familiares, se vieron en la necesidad de salir a rescatarse creando tiempos y espacios para estar juntos; grata responsabilidad que intentan sostener a pesar de todo”, remarca el sexólogo.
Sexo y pandemia temporada 2022
En estos momentos, si bien la pandemia sigue su curso, las limitaciones respecto a los encuentros eróticos ya no existen como antes: por más conocimiento del tema, la seguridad que brindan las vacunas y el deseo que es más fuerte que cualquier restricción.
“A estos factores actuales de liberación, sumemos el verano que de por sí alienta las ganas y las fantasías sexuales. Las parejas no convivientes retomaron actividades, proyectos y la actividad sexual. La vuelta al trabajo presencial ayudó a que las personas salgan de sus casas, vuelvan a extrañarse, a enviar mensajes durante el día y a dejarse atraer por otros cuerpos que alimentan las fantasías sexuales y que el verano, con menos ropa que usar, más sensualidad, y más libertad corporal y anímica, potencia”, reconoce Ghedin.
La “doble vida” durante el verano
Las relaciones “ocultas” o infieles, las parejas abiertas, las poliamorosas no convivientes están recuperando sus prácticas. Las relaciones extradiádicas no consensuadas (Infieles), si bien retoman sus encuentros fugaces, sufren en el verano por las ocupaciones estivales de los amantes “tienen que cumplir con sus parejas e hijos”, tanto de un lado como del otro.
“Son pocos los que se animan a estar cerca, en el mismo lugar de veraneo, para correr el riesgo de verse en algún descuido de sus parejas primarias. Muchos infieles son descubiertos en verano por los mensajes de WhatsApp o por utilizar excusas para ocultarse y hablar”, plantea el psiquiatra.
El encuentro cuerpo a cuerpo según la edad
Las personas que están solas y salen a buscar encuentros sexo/afectivos están con mucho deseo de sacarse tanto encierro de encima. El tema es adaptarse a estos tiempos de conquistas virtuales a través de App para tal fin. Los jóvenes están duchos en el manejo de las redes y App por lo cual no se hacen tanto problema con los likes que son muy valorados, pero a la hora de concretar algo no hay respuesta.
Hay mucho de seducción, de selección de perfiles y de “descarte”. “Los adultos cercanos a los cuarenta, tironeados por la conquista clásica y la virtual, no entienden bien cómo funcionan los códigos actuales. Son los que vivieron la juventud esperando que la chica o el chico del barrio, del trabajo o el colegio les diera bola. Esta generación X no tiene la experiencia naturalizada de las redes, la internet o la visibilidad sexual de generaciones posteriores como los Millennials y Centennials o Generación Z”, aclara el experto.
Aunque parezca extraño, las personas por encima de sesenta, separadas y en búsqueda de nuevas relaciones, se han adaptado a los nuevos modos de conquista virtuales y se animan a conocer gente, quizá por una noche.
“El espíritu joven está muy presente y ayuda a que se ajuste a las modas y modos de comportamiento actuales”, explica Walter Ghedin. Si bien, en un principio, les cuesta entender que la conquista requiere de una cuota de audacia, la confección de un perfil (que incluya alguna mentirita) y dejarse llevar por “lo que venga”, después de un tiempo llegan los frutos.
Hombres y mujeres “maduros” no quieren quedar atrapados en las demandas de hijos y demás parientes, quieren vivir este momento de la vida usando las capacidades físicas, anímicas y sexuales que están vigentes. “Y al que no le guste que cierre la boca”, concluye divertido el sexólogo.