El envejecimiento celular es la causa probable del covid prolongado
El coronavirus en su inicio desencadena el envejecimiento de las células en el cuerpo humano, lo que explicaría los efectos secundarios persistentes del COVID-19. Así lo descubrieron los investigadores de equipo encabezado por Eiji Hara, profesor de biología en el Instituto de Investigación de Enfermedades Microbianas de la Universidad de Osaka, Japón.
La conclusión fue confirmada a través de experimentos con animales donde se registró que las células afectadas por COVID-19 ayudan a propagar la inflamación.
Como los pacientes se quejan con frecuencia de fatiga, dolores de cabeza, pérdida de cabello y otros síntomas después de que el virus desaparece, el equipo concluyó que el mecanismo inflamatorio podría ser la razón.
Los investigadores evaluaron un proceso conocido como senescencia celular bajo el cual las células dañadas dejan de proliferar simplemente como un mecanismo de supervivencia, lo que a su vez hace que se dispersen alrededor de sustancias inflamatorias. Se sabe que el fenómeno conduce al cáncer, la esclerosis arterial y otros trastornos asociados con la edad avanzada.
Relaciones peligrosas: covid prolongado y senescencia
Los miembros del equipo decidieron examinar la correlación entre esos efectos secundarios y la senescencia celular después de los estudios sobre los efectos de la inflamación en pacientes con COVID-19.
Cuando los investigadores infectaron células humanas cultivadas con el nuevo coronavirus, descubrieron que muchas de las células infectadas murieron en unos pocos días y el virus desapareció.
Al mismo tiempo, descubrieron que las células infectadas liberan sustancias para acelerar la senescencia celular antes de que se extingan. Las células circundantes que envejecieron debido a las sustancias sobrevivieron y secretaron materiales inflamatorios.
Experimentos en animales para disminuir la inflamación por coronavirus
Utilizando hámsters infectados deliberadamente con el virus, el equipo también descubrió que las sustancias desencadenantes de la inflamación continuaron emanando de las células senescentes en los pulmones, incluso después de que el virus había desaparecido.
Si bien el equipo confirmó que las células senescentes en los pulmones de pacientes graves con COVID-19 continuaron liberando materiales inflamatorios, los miembros también descubrieron que la administración de un medicamento para eliminar las células senescentes en ratones con el nuevo coronavirus logró disminuir la inflamación pulmonar.
Sobre la base de los resultados, el equipo concluyó que la infección implica células envejecidas e inflamación duradera, lo que probablemente provoque efectos secundarios de COVID-19, entre otras causas.
Hara, sin embargo, señaló que es demasiado pronto para decidir si el mecanismo debe ser dirigido al tratamiento de nuevos pacientes con coronavirus.
“Las células senescentes pueden tener no solo un impacto negativo, sino también algunos beneficios, como la prevención de la infección”, advirtió. “No se trata simplemente de que las células envejecidas deban ser erradicadas”.