Economía

Preocupación en Argentina: Un decreto de Trump podría complicar el ingreso de dólares de Vaca Muerta

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió al mundo al no tomar inicialmente medidas tajantes en materia arancelaria. Sin embargo, la política donde sí avanzó, y que ya comenzó a tener impacto global, es la firma del decreto que declara la emergencia energética en ese país.

Desde el Capitolio, Trump habló de la política de “drill, baby, drill”, que se traduce como “perforar, bebé, perforar”, en referencia a incrementar la producción de hidrocarburos y eliminar las restricciones que había impuesto su antecesor, Joe Biden. Desde el mismo lunes, se vio el impacto en el mercado: caída en el precio del petróleo y un derrumbe en el valor del gas.

El anuncio tiene un impacto directo en la Argentina. Si bien Trump lo hizo para bajar la inflación de Estados Unidos, principal crítica que había con los demócratas, lo mismo podría ocurrir localmente, debido a que hoy la nafta tiene precio internacional. Una caída del petróleo podría impactar en el costo de los combustibles y, por ende, en toda la cadena productiva.

Sin embargo, los analistas también temen por el impacto en el ingreso de dólares. En 2024, la energía explicó el 30% del superávit comercial récord, por lo que una caída en el precio de podría afectar las exportaciones.

La medida de Trump que pone en alerta a la Argentina por el gas de Vaca Muerta

Apud también advirtió sobre los riesgos de la política de Trump para el gas natural licuado GNL. “Veo una amenaza para colocar GNL en el mundo. En Argentina hay proyectos para licuefacción, pero todavía no hay ninguno concretado».

Y amplió: “Estados Unidos tiene listas entre 80 y 100 millones de toneladas anuales de GNL para empezar a construir plantas, que podrían estar operativas en dos años, lo que podría significar estar entre 300 y 400 millones de m3/día. Nuestros proyectos de máxima no llegan a las 30 millones de toneladas al año”.

Alertó que esto podría representar un esfuerzo significativo para las empresas argentinas. “Hablar de break-even en el gas implica reducir costos para competir internacionalmente. Australia, Qatar y Estados Unidos tienen ventajas logísticas que la Argentina no tiene. Necesitamos un entorno macroeconómico e impositivo favorable para atraer inversores y garantizar mercados”, agregó.

Luciano Fusello, consultor de NCS Multistage, coincidió en dividir el impacto según el tipo de hidrocarburo. “En petróleo, Vaca Muerta tiene una productividad tan alta que podría soportar una baja de precios, aunque dependerá del estado de los proyectos y sus costos de desarrollo. Para el gas, la situación es distinta. Los precios del GNL podrían caer por debajo de los US$8, lo que haría inviables muchos proyectos en Argentina”, comentó.

Fusello enfatizó que el precio del gas en boca de pozo es clave. “Si el precio del GNL baja, el gas en boca de pozo también debería bajar, a valores cercanos a US$1 por millón de BTU. Esto podría complicar la rentabilidad de los proyectos actuales, especialmente para empresas sin integración en el negocio de licuefacción”, sostuvo.

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