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Los manteros fueron desalojados del Parque: se manifestaron en reclamo de fuentes de trabajo y peligran los carros pancheros

El sábado, un operativo policial desalojó a los feriantes del Parque de Mayo y de la Plaza España con la presencia de al menos 48 efectivos y 15 inspectores de la Municipalidad de Capital se hicieron presentes en el lugar con una orden judicial que prohibió la venta ambulante y en espacios verdes en San Juan. Durante el fin de semana, hasta las 21, los policías se instalaron en la zona para evitar cualquier intento de volver a armar la feria de la polémica, denominada como la «Saladita».

A pesar de que el área cercana al Monumento al Deporte estaba despojada de tablones, con unos 120 vendedores, fueron unos 50 los que se agruparon en la zona con pancartas para exponer su preocupación por la pérdida de su fuente laboral.

Los feriantes aseguran que la decisión fue tomada por el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Capital, que relevó la ordenanza a la Dirección de Espacios Verdes del Gobierno provincial. Finalmente, esta dirección la envió a la Justicia.

Uno de los enojos principales de los feriantes es que no los dejaron participar de la sesión en la que se decretó la orden de que los saquen.

PREOCUPACION POR LOS CARROS PANCHEROS DE CALLE SAN LUIS

Tras el operativo de desalojo los carros ubicados entre Las Heras y Avenida España tienen 72 horas para retirar los rodados del lugar por una orden judicial.

Los vendedores expresaron que les dieron un plazo mayor al de los feriantes por la cantidad de mercadería que tienen, otorgándoles la posibilidad de venderla para evitar una mayor pérdida económica. Algunos tienen como plazo límite las 2 de la madrugada del lunes, mientras que otros podrán quedarse hasta la noche del martes.

En el lugar hay cinco puestos de venta de comidas que están hace más de 20 años y desde hace tiempo se sumaron otros nueve a la fila llegando hasta la Avenida España. Entre los más conocidos está Camalú y El Sabroso, que si bien no tienen una autorización legal, poseen acuerdos de palabra con las autoridades municipales. Incluso, según expresaron, se someten a inspecciones sanitarias periódicas. Funcionarios del municipio los visitan mensualmente para evaluar las condiciones de higiene de los productos y las cocinas.

Los pancheros manifestaron que los tomó por sorpresa el pedido. “Nos metieron en la misma bolsa”, expresaron. Sin embargo, tienen la esperanza de que los dejen quedarse, no solo por lo que representaría para ellos perder su fuente de trabajo, sino porque creen que la zona aledaña a la Plaza España es un punto tradicional de venta en la provincia.

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