Espectáculo
Hoy en su cumpleaños, 9 datos curiosos sobre San Martín que seguro no conocías
José de San Martín fue un militar y político argentino cuyas campañas revolucionarias fueron decisivas para las independencias de Argentina, Chile y Perú.
Fue un soltero codiciado, hablaba a la perfección varios idiomas y sabía tocar la guitarra, entre otras virtudes. En esta nota conoceremos algunos datos curiosos sobre la vida de este prócer nacional que seguro no conocías, y además veremos algunas imágenes de San Martín inéditas.. Es nuestra manera de hacerle un homenaje a un hombre que cambió la historia de varios países, a 167 años de su fallecimiento
- Cuando llegó a Buenos Aires, San Matín fundó una sociedad revolucionaria secreta llamada Logia Lautaro, que luchaba por la independencia.
- Antes de cruzar la cordillera, San Martín se reunió con caciques pehuenches y les solicitó permiso para atravesar sus territorios, porque creía que ellos eran los dueños de este país.
- Era un soltero codiciado. Las familias porteñas lo invitaban a comer a sus casas porque creían que era un buen candidato para sus hijas.
- El Ejército de los Andes estaba conformado por 5200 personas. Llevaban 10.000 mulas, 1.600 caballos, 600 vacas, 900 tiros de fusil y carabina, 2.000 balas de cañón, 2.000 de metralla y 600 granadas.
- Manejaba con total naturalidad varios idiomas. Era un gran lector en inglés, francés y latín, y a todos lados trasladaba su biblioteca personal.
- Cuando fue Gobernador de Cuyo, mejoró el sistema sanitario, educativo y carcelario. Además, prohibió los castigos corporales a los niños.
- Sabía tocar muy bien la guitarra. Cuando la guerra se lo permitía, daba improvisados conciertos a sus compañeros.
- En Febrero de 1829 estuvo cerca de pisar suelo argentino, pero no lo hizo porque se enteró de la revolución de Lavalle contra Dorrego, y se negó a desembarcar. Permaneció tres meses en Montevideo, donde le ofrecieron desde la jefatura del ejércico uruguayo hasta hacerse cargo del gobierno, pero rechazó todos los cargos.
- En 1850, San Martín sufría de asma, reuma, úlceras y estaba prácticamente ciego. Su estado de salud se fue agravando hasta que falleció el 17 de agosto. Sus últimas voluntades fueron que su sable fuera entregado a Rosas y que su cuerpo descanzara en Buenos Aires.