A 20 años de la tragedia de Cromañón
Hoy se cumplen 20 años del incendio en el boliche República de Cromañón, una de las peores tragedias en la historia argentina. El 30 de diciembre de 2004, la propagación del fuego durante un concierto de la banda Callejeros se cobró la vida de 194 personas y dejó heridas en más de 1.400 que hoy son sobrevivientes.
Esa noche, 4.500 personas se encontraban en el boliche -cuando la capacidad no debía superar las 1.030 aproximadamente -, ubicado en el barrio de Once, en Buenos Aires. El incendio comenzó cuando alguien lanzó un tipo de pirotecnia que impactó en el techo del local, provocando un fuego que comenzó a crecer descontroladamente. La falta de medidas de seguridad, así como también la negligencia de los dueños del boliche y las autoridades contribuyeron a la magnitud de la tragedia. La investigación posterior reveló que el local no contaba con salidas de emergencia adecuadas, sistemas de alerta ni equipamiento para combatir incendios. Los dueños del boliche, Omar Chabán y su hijo, fueron condenados a prisión por homicidio culposo.
Pero no fueron los únicos procesados ante la justicia, ya que incluso los propios integrantes de la banda recibieron condenas. Viendo esto, algunos de los músicos tuvieron un doble rol de acusados y víctimas, ya que varios perdieron a parientes y amigos en el incendio. Fallecieron la novia del cantante Fontanet, la madre del baterista Eduardo Vázquez, la esposa y los primos del mánager Diego Argañaraz, el hermano del percusionista Gabriel Conte y cinco familiares del guitarrista Maximiliano Djerfy, entre ellos su tío, su tía, su ahijada de 15 años, su prima y el novio de su prima.
La banda no volvió a tocar en los escenarios hasta noviembre de 2007, en Rosario. Finalmente, el 19 de agosto de 2009 se dictó la sentencia por el caso y los músicos fueron absueltos en esa primera instancia, mientras que el manager de la banda Diego Argañaraz recibió una pena de 18 años.
La tragedia generó un cambio en la legislación y las prácticas de seguridad en Argentina. Se implementaron normas más estrictas para la seguridad en lugares públicos, y se crearon organismos para fiscalizar el cumplimiento de estas normas. Las familias de las víctimas y los sobrevivientes mantuvieron viva la memoria y la dignidad de aquellos que perdieron la vida en Cromañón, exigiendo justicia y seguridad para evitar que tragedias similares ocurran nuevamente.