Espectáculo

Adrián Suar regresa al cine como protagonista y director de “Mazel Tov”: “No es una película autorreferencial”

El próximo 17 de abril, Adrián Suar va a presentar en salas de todo el país su segunda película como director: Mazel Tov. Luego de haber debutado detrás de cámara con 30 noches con mi ex, Suar vuelve a ocupar el doble rol de actor y realizador en una comedia dramática que explora los vínculos familiares en medio de rituales y despedidas.

Adrián Suar, en diálogo con Teleshow, expresa su primera reflexión: “La película no es autorreferencial, si bien tiene cosas en común, porque la idea también fue de una familia judía, pero podría ser una familia italiana, española o de otra nacionalidad. Obviamente me incluye algo, me toca, pero no precisamente porque esté basado en cosas de mi vida”.

Durante la entrevista, Suar desarma uno a uno los supuestos paralelismos. “Estados Unidos está, pero en función de un personaje que se fue a vivir ahí, que no tiene nada que ver conmigo más que yo. Nací ahí, pero vine a los dos años, así que no podría ser algo de mi familia.”

Con Mazel Tov, Suar se propone algo más amplio: una mirada sobre los vínculos familiares, las heridas compartidas entre hermanos, las memorias infantiles que sobreviven a las décadas, y la figura del padre como construcción mental única para cada hijo. “¿Qué padre tiene cada uno en la cabeza?” se pregunta. Y con esa pregunta, deja claro que esta película no es solo suya: es también de todos los que alguna vez compartieron una infancia con hermanos.

La génesis de Mazel Tov: una familia universal

La película se sumerge en el universo íntimo de los lazos familiares, los conflictos que perduran a lo largo del tiempo, y las heridas que se arrastran desde la niñez. Para Suar, lo conecta con la universalidad. “Los vínculos son más en general, no tienen cosas particulares mías”, confiesa a Teleshow.

Su objetivo, más bien, fue crear un espejo amplio donde muchos pudieran verse reflejados. “Así como podría ser la familia de muchos que se sienten identificados, que tengan hermanos y que transiten los vínculos desde la infancia”, dice, confiado en el poder de lo colectivo sobre lo individual.

El título, por supuesto, remite a una expresión cultural específica, pero en el fondo, lo que Suar quiso contar es algo que trasciende esa etiqueta. Su película, como él mismo la define, no trata sobre una familia judía, sino sobre una familia.

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