Ante la incertidumbre sobre el impacto de Ómicron, el Gobierno se aferra al pase sanitario para combatir la nueva variante de COVID-19
No hay más medidas a la vista. Al menos, por ahora. A lo sumo habrá ajustes en la decisión administrativa (DA) que se renueve este sábado y que imponga las reglas para los ingresos al país de viajeros provenientes del continente africano, donde nació una nueva cepa de COVID-19.
La variante Ómicron mantiene preocupado al gobierno nacional luego de que se conociera, a través de un comunicado de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que había que prestarle atención a esta cepa porque se estaba diversificando rápidamente por el mundo.
Si bien empiezan a aparecer casos cada vez más cerca de la Argentina, como los que se registraron en Brasil hace tres días, en dos pasajeros que llegaron a San Pablo provenientes de Sudáfrica, en el Gobierno aseguran que, por el momento, no está en los planes profundizar las medidas.
Hasta ahora se instaló el pase sanitario, que empezará a funcionar la próxima semana, y se emitió una decisión administrativa que obliga a los viajeros que provienen del continente africano, donde nació la nueva cepa, a realizar una cuarentena de 14 días, y tener el esquema de vacunación completo por lo menos 14 días antes de ingresar a la Argentina.
A diferencia de otros países, el Gobierno decidió no tomar medidas drásticas y monitorear el comportamiento de la variante Ómicron para evaluar si es necesario profundizar las medidas o no. De todas formas, en el oficialismo nadie cree posible un regreso a una etapa de restricción como las que el país ya sufrió. Por dos motivos: porque no hace falta, en base al porcentaje de vacunación, y porque la economía no resistiría un nuevo cierre de actividades.
Más allá de que Ómicron se metió en la agenda sanitaria del Gobierno y reflotó la temática vinculada a la pandemia, para la Casa Rosada la etapa de coronavirus ya es historia. Nadie imagina un retroceso en las aperturas que se realizaron progresivamente y que, al día de hoy, impusieron una vida casi normal. La cautela es parte del comportamiento sanitario, pero la política marca otro rumbo.
El Gobierno está siguiendo los pasos de la OMS al pie de la letra. No tomar medidas demasiado duras fue el primer consejo cumplido. El segundo es aumentar el nivel de vacunación, más que prohibir vuelos y cerrar fronteras. El aislamiento parece haber quedado sepultado en el pasado como herramienta para contener el virus.
Dentro del oficialismo hay quienes creen que tendrían que haber controlado más el regreso del público a las canchas de fútbol y la flexibilización de los eventos donde la gente se junta en lugares cerrados. Pero ya pasó. No se hizo. Y, por ahora, el aumento de casos es leve. Si el escenario cambiara en el corto plazo, entonces habría que volver a mirar atrás para no cometer los mismo errores.
El gran problema que tiene el Gobierno por delante es la vacunación. Por eso durante la última reunión del Cofesa, donde están concentrados todos los ministros de Salud del país, se decidió que durante diciembre el énfasis iba a estar puesto en llevar adelante una campaña de vacunación más agresiva. Cada provincia la implementará con una estrategia distinta. Pero todos con el mismo objetivo: vacunar más.
Hay que ir a buscar a la gente que no se vacunó o a la que le falta la segunda dosis. Es esencial para engrosar la barrera de inmunidad frente a una tercera ola, que en el Gobierno creen que recién podría llegar en marzo. Con el nivel de apertura que hay de las actividades, los controles se vuelven más complejos de aplicar. En ese sentido, la vacunación se vuelve la herramienta más eficaz para combatir.
Tal como adelantó Infobae en la semana, en el Gobierno hay dudas sobre la efectividad que tendrán las vacunas frente a la cepa Ómicron. Las autoridades sanitarias asumen que servirán, el problema es que no saben en qué porcentaje serán efectivas para contrarrestar los casos leves y los graves. La cepa es tan nueva que la falta de información es absoluta y, por ende, existe un alto nivel de incertidumbre.
En ese contexto, la aplicación de un pase sanitario servirá para intentar persuadir a los ciudadanos que no se vacunaron. Los que quieran ingresar a eventos masivos, como partidos de fútbol o recitales, tendrán que tener las dos dosis de las vacunas aplicadas. Si queres entrar, tenes que estar vacunado. De eso se trata.
Según anticipó la ministra Carla Vizzoti este viernes, el pase empezará a implementarse la próxima semana. En el Gobierno hay expectativa de que sirva para poder empezar a achicar las más de 7 millones de personas que no se aplicaron la segunda dosis. Es la herramienta a la que se aferran para que haya una modificación importante en el porcentaje de vacunados. Con la nueva variante creciendo en circulación en distintos lugares del mundo, la vacunación en Argentina se transformó en una lucha contra el tiempo.
En la provincia de Buenos Aires, que fue el epicentro de la pandemia durante el 2020, proyectan una aplicación progresiva del pase sanitario. En una primera etapa empezarán con el pase para los eventos masivos al aire libre y espacios cerrados, vinculados a las actividades deportivas, artísticas y recreativas. Luego, avanzarían con la restricción en espacios laborales y universidades. Tal vez, en medios de transportes. Está todo en estudio.
Lo que tienen en claro en el ministerio que conduce Nicolás Kreplak es que la utilización del pase no quedará reducida solo a los eventos masivos, sino que su aplicación se expandirá con el paso del tiempo.
“Entendemos que es fundamentar para que la gente se termine de vacunar. Confiamos en que nos va a ayudar mucho. Si se hace una implementación estricta y la gente no puede entrar a un bar por no tener el esquema completo de vacunación, se va terminar vacunando”, reflexionan en La Plata.
En el ministerio bonaerense aclaran que la diferencia de criterio entre Kreplak y Vizzotti, que quedó expuesta esta semana, es porque “durante el fin de semana cambiaron las reglas que ya se habían acordado en el Cofesa”.
En el Ministerio de Turismo creen que la llegada de la nueva cepa no complicará el desarrollo de la temporada de verano (Christian Heit)
En el Ministerio de Turismo creen que la llegada de la nueva cepa no complicará el desarrollo de la temporada de verano (Christian Heit)
Kreplak dijo durante una entrevista que se avanzaba en la implementación de un pase sanitario mucho mas estricto de lo que se había anunciado originalmente, y Vizzotti lo desmintió en público al aclarar que la aplicación del pase sanitario “no incluye en esta etapa ni el ámbito escolar, ni el ámbito laboral ni el transporte público, como había detallado el ministro del gobierno bonaerense. Sin embargo, en La Plata sigue firme la idea de que la implementación sea más dura.
Por otra parte, en el ministerio de Turismo, una de las áreas que marcan el pulso de la recuperación económica, consideran que la posible llegada de la nueva cepa no impedirá que sea una temporada de verano récord. Son tres meses que imaginan sin restricciones más profundas que las vigentes, que complejicen los viajes y la asistencia a las actividades recreativas.
La distancia y el uso del barbijo siguen siendo, en gran medida, una de las claves para que el virus no se desborde. Pero el foco oficial está puesto exclusivamente en aumentar la cantidad de vacunados. Es determinante para reducir, a priori, la capacidad de circulación de la nueva cepa.