Economía

Mercados: grandes inversores apuestan a la recesión en 2023

Los mercados financieros del mundo han tenido un alentador comienzo de año, incluso, superando las expectativas más optimistas y sorprendiendo a inversores y analistas. Sin embargo, la mayoría de los grandes fondos y gestores de inversiones del mundo no ven un 2023 muy diferente de 2022, en lo que fue un año magro en términos de ganancias y marcado por la alta inflación y la elevada conflictividad geopolítica.

Este sentimiento lo refleja muy bien la última encuesta de Natixis Investment Managers (NIM) donde más del 60% de los mayores gestores de inversiones a nivel mundial cree que será absolutamente necesaria una recesión para controlar la inflación. Claro que la sensación térmica varía según la región ya que por ejemplo en Asia lo espera el 74% mientras que en Europa, Medio Oriente y África (EMEA) el porcentaje es del 65% y en Norteamérica del 57%.

Días atrás, los estrategas del Bank of América habían señalado que último indicador del éxito no era evitar una recesión sino conseguir que la inflación vuelva al objetivo del 2%, tanto en el caso del BCE -que conduce Christine Lagarde-, como de la Fed comandada por Jerome Powell y otros tantos bancos centrales. Por ello, desde el BofA son de la opinión de que dado lo atrasados que están los bancos centrales, una recesión puede ser la única forma de ganar esta guerra.

Representatividad

Vale señalar que la ya tradicional encuesta de NIM sondeó en esta oportunidad a más de 440 profesionales de fondos que gestionan más de 30 billones de dólares en activos totales de clientes, procedentes de las principales plataformas de gestión de patrimonios, banca privada y seguros de todo el mundo. A la hora de consultarles por el 2023, el 70% dijo que la inflación era la principal preocupación al tomar decisiones de inversión, mientras que un 63% señaló a las tasas de interés. En tal sentido, un 52% sostuvo que un potencial error por parte los bancos centrales se sitúa como el mayor riesgo económico.

Si bien los profesionales consultados consideran que la inflación es un riesgo clave de la cartera, también ven una oportunidad potencial en las subas de las tasas de interés que vienen con ella: así el 75% cree que el aumento de las tasas de interés propiciará un resurgimiento de la renta fija tradicional, y más del 50% afirma que aumentará sus inversiones en deuda pública, y otro 46% que incrementará sus asignaciones a empresas con grado de inversión.

Por el lado de la renta variable, los encuestados parecen ser relativamente optimistas para 2023, ya que buscan cambiar la ponderación de la renta variable para captar el lado alcista de las alteraciones del mercado: casi el 60% es alcista con respecto a las acciones, lo que es un 9% más que los inversores institucionales encuestados un mes antes.

Alternativas

Estos profesionales de la gestión de fondos de inversión también tienen previsto mitigar el riesgo mediante el uso continuado de alternativas. Así casi seis de cada diez afirman que recomiendan aumentar las asignaciones en inversiones alternativas debido a los mayores niveles de riesgo. La opinión sobre el riesgo es tan fuerte que el 63% afirma que cree que las inversiones alternativas deben formar parte de las carteras de los jubilados para ayudar a mitigar su exposición.

Dentro de las alternativas, son los más propensos a aumentar las asignaciones a infraestructuras (48%), seguidos de la renta variable privada (43%), las estrategias de rentabilidad absoluta (32%) y la deuda privada (31%). Al respecto, el 64% considera que las carteras integradas en 60% de renta variable, un 20% de renta fija y un 20% de alternativos superarán a la cartera tradicional de 60:40 en 2023.

Pese a todo el panorama macro y geopolítico, no puede soslayarse que los gestores consultados siguen siendo optimistas con el 2023 ya que el 73% afirma que mantendrá o aumentará sus previsiones de rentabilidad promedio, que se sitúan casi en el 9%. El consenso mostró que no necesitará hacer grandes cambios en la estrategia de la cartera para alcanzar las expectativas de rentabilidad, y solo planean pequeños pero significativos movimientos en las asignaciones para transitar este incierto 2023. Veremos.

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