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Unos abuelos torturaron hasta matar a un niño de 12 años: piden 100 años de prisión y pena de muerte

El 3 de febrero de 2020 la policía encontró muerto a un niño de 12 años en una casa de Buffalo Drive en West Yellowstone, Estados Unidos. Sus abuelos y tíos, con quienes vivía el menor, dijeron que él mismo se había producido las heridas que lo llevaron a la muerte y esto levantó las sospechas de los investigadores que se confirmaron con el análisis de los peritos. Tras la autopsia determinaron que murió por un traumatismo contundente en la parte posterior de la cabeza.

Se llamaba James Alexander Hurley y cuando sus padres se separaron él se quedó con su papá y su mamá se mudó a Texas. En el 2018, su padre murió, así que Alex pasó a vivir con sus abuelos paternos y con tres de sus tíos, dos que todavía son adolescentes y otro de 6 años. Allí comenzó su padecimiento.

Su abuelastra dijo a los policías que el niño tenía un comportamiento problemático incluso ligado al consumo de alcohol y al robo en comercios. Sin embargo, no hay registros policiales de estos incidentes. También dijeron que el pequeño escuchaba voces y que se había autolesionado en varias oportunidades, pero tampoco hay registros médicos que avalen que lo llevaron con algún especialista para tratarlo.

Como parte de la investigación, secuestraron los celulares de toda la familia y al revisarlos encontraron videos en donde ellos mismos aparecían torturándolo. El 12 de diciembre de 2019, un video en el teléfono de la abuela muestra al niño haciendo saltos forzados mientras se sujeta el área de las nalgas, llorando y diciendo que tiene que ir al baño. Según los informes, se puede escucharla a ella burlándose de él.

Un mes después lo grabaron parado cerca de la puerta del garaje, inclinado con la cabeza entre las manos, balanceándose hacia adelante y hacia atrás diciendo «no» y gimiendo. Dos minutos después filmaron otro en el que se ve al niño llorando y diciendo: «Ay, duele mucho».

El año pasado, el tío del pequeño, James Sasser III, de 15 años, fue acusado de homicidio deliberado. El chico aceptó un acuerdo de culpabilidad y un juez lo sentenció inmediatamente a permanecer en detención juvenil hasta que cumpla los 18 años. A partir de ahí estará en libertad condicional hasta los 21 años. Pese a los terroríficos detalles del caso, no estará en la lista de registro de delincuentes violentos.

Patricia Batts, es la esposa del abuelo del niño. Enfrenta cargos por homicidio deliberado, secuestro, negligencia infantil criminal y estrangulación de un pariente de su familia. Se declaró inocente, pero los fiscales pidieron la pena de muerte para ella.

Por otro lado está el abuelo, James Sasser Jr., quien el pasado viernes se declaró culpable de ser uno de los partícipes del homicidio y se espera que sea condenado a 100 años de prisión en los próximos días.

Cuando la madre de la víctima fue contactada por los detectives, ella dijo que había intentado comunicarse con su hijo en numerosas ocasiones pero que la abuela nunca dejaba que lo hiciera.

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