Locales

Con una tristeza infinita, San Juan despidió a uno de sus más grandes ídolos: Nico Naranjo

El dolor es inmenso. Incomprensible. La trágica partida del querido ciclista Nicolás Naranjo enluta los corazones de toda la comunidad sanjuanina.

Por estos momentos, la tristeza es un sentimiento compartido. Ya desde el sábado pasado, cuando se difundía la noticia de que el joven pedalero de 31 años había sufrido una caída en una competencia en Mendoza que lo tenía en grave estado de salud, nos unían la preocupación y la esperanza, esa que nunca se pierde.

Pero, lamentablemente, el final no fue el que deseábamos. El domingo, poco antes de las 19, «el Cabe», como lo apodaban, murió.

Este martes, sus restos llegaron a nuestra provincia, y fueron muchas las personas que se acercaron hasta el Club Sportivo Rivadavia, ubicado en La Bebida, a darle el último adiós. Ciclistas, amigos, conocidos, vecinos y fanáticos del deportista expresaron sus condolencias, su respeto y su cariño por aquel que tantas alegrías no supo dar cruzando la línea de llegada, con los brazos en alto.

El velatorio se extendió por varias horas, para luego dar inicio al cortejo fúnebre que conduciría al féretro hacia su última morada. Y, una vez más, las calles de La Bebida se colmaron de sanjuaninos y sanjuaninas que, como en tantas oportunidades, aplaudieron el paso del Nico, ese carismático ciclista que supo ganarse el amor de toda una provincia, y al que recordaremos como un gran ídolo del deporte provincial.

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