Duras críticas en el mundo del espectáculo por fotos y videos que se filtraron de Mauro Icardi y su hija cazando animales
La noche del miércoles estalló un nuevo capítulo en la tormentosa historia mediática de Mauro Icardi, Wanda Nara y la China Suárez luego de que finalmente el futbolista confirmara lo que hasta el momento era un secreto a voces: el inicio de su idilio romántico con la actriz. Pero tras ello, llegaría una filtración que traería problemas a la nueva pareja.
Fotografías y videos tomados por la propia Wanda dejaron al descubierto una faceta que muchos desconocían del deportista, aunque en el último tiempo se venía especulando con ello: su afición por la caza. Pero el detalle más controvertido no es solo su participación, sino la implicación del resto de su familia en esta actividad.
En las imágenes, difundidas tras semanas de rumores y amenazas veladas durante las disputas públicas de la pareja, se observa a Icardi con una carabina de alta gama equipada con mira telescópica, posando orgulloso junto a una liebre recién cazada. A su lado, su hija, aún pequeña, sostiene el cuerpo sin vida del animal con naturalidad, como si este tipo de actividades formara parte habitual de su dinámica familiar.
Uno de los videos más impactantes muestra al padre y a la hija preparando el animal para cocinarlo. La niña, cuchillo en mano, corta la presa bajo la mirada supervisora de su padre. Esta imagen, cargada de simbolismo y controversia, desató una ola de indignación en redes sociales.
El eco de estas fotos no tardó en alcanzar otras figuras públicas, como la China Suárez, quien justamente en las últimas horas publicó en sus redes sociales un mensaje sobre el trabajo de rescatistas y proteccionistas de animales. Es que la actriz, conocida amante de los animales, fue uno de los rostros visibles en campañas de concienciación.
Las fotos, aunque no provienen de un safari exótico, generaron un intenso debate que va más allá del glamour y los lujos que suelen rodear a la expareja. La participación de menores en actividades de caza, la exposición mediática de estas prácticas y el mensaje que se proyecta en un contexto social donde el bienestar animal es cada vez más relevante, alimentó un fuego difícil de apagar.