El cáncer de piel es el más común después de los 40 años
El cáncer es una enfermedad que afecta a personas en todo el mundo. Son muchas y variadas las formas en las que puede manifestarse, afectando a distintos órganos del cuerpo. Dentro de todas esas variables, el cáncer de piel es uno de los más comunes después de los 40 años.
De acuerdo a estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 3 diagnósticos es de este tipo. Sin embargo, el 90% de estos casos puede ser tratado si se detecta a tiempo. Por eso, cada vez se hace más hincapié en los controles y autochequeos.
Especialistas del hospital de Clínicas advierten que la exposición permanente a los rayos ultravioletas sin protección es un peligro latente y aseguran que el cáncer de piel cada vez afecta más a personas jóvenes.
“El cáncer de piel es el primer tipo de cáncer de la vida adulta. Si bien no contamos con datos estadísticos, la consulta por lesiones de piel sospechosas de cáncer es frecuente en el hospital. Por tal motivo, desde hace 30 años, se realiza la campaña gratuita la tercera semana de noviembre, llamada ´consulte por lunares´”, dice Ariel Sehtman (M.N. 82.978), médico de la División Dermatología del Hospital de Clínicas.
Tipos más frecuentes de cáncer de piel
“Los tres tipos de cáncer en la piel más frecuentes son el carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular y el melanoma. Existen lesiones precursoras de estos tres por lo cual es importante la consulta periódica con el especialista, a fin de poder detectarlas y así, ayudar a prevenir el cáncer cutáneo. Una de estas lesiones son las queratosis solares (que comienzan como manchas rosadas pequeñas en sitios expuestos al sol como el cuero cabelludo, las orejas, la cara, los brazos y las piernas, lugares donde la gente no se pone habitualmente el protector solar)”, advierte.
El especialista explica que esas manchas, con el tiempo, se cubren de una pequeña escama blanca y que muchas veces no tienen síntomas. “Esta lesión precancerosa, no solo es la más frecuente sino que, además, tiene hasta un 25% de posibilidad de volverse cáncer de piel”, advierte tras añadir: “Los lunares que tienen más de un color o distintos tonos del mismo color, que miden más de 6 milímetros, que son irregulares, empiezan a crecer o sangran, son síntomas para prestar atención”.
Franja etaria más afectada por el cáncer de piel
Respecto de cuál es la franja etaria más afectada por este tipo de cáncer, el especialista asegura que “cada vez se ven más casos en personas más jóvenes, por el hábito de tomar sol, el uso inadecuado de las camas solares y la falta de cuidados dermatológicos como el correcto uso del protector solar y vestimentas adecuadas, incluido los lentes con filtros solares”.
“Hace una o dos décadas atrás, era frecuente ver cáncer de piel a partir de los 40-50 años. Hoy vemos más consultas en individuos mayores de 30. Mientras más bronceado esté uno, significa que hemos oxidado más nuestras células cutáneas y, para protegerse del daño ocasionado por el sol, deben fabricar más pigmento. Es decir, más bronceado significa más daño. De allí la importancia de las medidas de fotoprotección y de fotoeducación adecuadas, para permitir poder disfrutar del sol con los recaudos necesarios para atenuar sus efectos nocivos”, sostiene.
En ese sentido, el dermatólogo aclara: “Aquellas personas de ojos, piel y cabellos claros (Fototipos 1 y 2) son los más proclives a padecer cáncer de piel. Se aconseja no exponer al sol a niños menores de 6 meses, tampoco las personas mayores, porque sus sistemas de defensas son más bajos y no responden adecuadamente frente al daño solar. Las personas que toman medicación por el motivo que sea, deberían consultar al dermatólogo por el riesgo de exacerbar lesiones cutáneas frente a la exposición solar”, indica.
Detectado y tratado a tiempo, el cáncer de piel puede curarse en la gran mayoría de los casos. “Diagnóstico y tratamiento precoz permiten lograr tasas de sobrevida a los 5 años del 95%”. Además, hoy en día existe una gran variedad de tratamientos médicos y quirúrgicos que permiten lograr esos resultados”, dice.
Prevención: consejos a la hora de exponerse al sol
“La prevención solar es durante todo el año. Días de sol y nublados por igual (aunque no lo veamos el sol siempre está). La prevención debe ser mediante medios físicos (lentes de sol, ropa adecuada, gorros o sombreros) y medios químicos como los protectores solares con factor 30 o superior. El protector solar debería considerarse una medicación no solo para prevenir cáncer de piel sino para otras afecciones como el lupus, la rosácea, otras dermatosis fotosensibles, personas trasplantadas, pacientes oncológicos”, dice Sehtman.
Respecto a los protectores solares, recomienda “la aplicación y la replicación”. “Se aconseja aplicarlo media hora antes de la exposición al sol y repetirlo cada dos horas, tanto días de sol como nublados. Aquellos productos resistentes al agua no son resistentes a las toallas. Es recomendable en estos casos volver a aplicar luego de secarse por este medio. El protector solar no protege de la insolación ni del golpe de calor. Deben ser para radiaciones ultravioletas A (UVA) como B (UVB). Una vez aplicado, el protector solar tarda entre 10 y 15 minutos en actuar. De allí, la importancia de aplicarlo previo a iniciar la exposición”, explica.
Y agrega: “En nuestro país, para evitar más casos de cáncer de piel, sería muy importante, además de las campañas y consultas para la detección y para la fotoeducación, contar con envases familiares de los protectores solares para garantizar el uso periódico, con precios accesibles y descuentos de obras sociales y medicinas prepagas, ya que deberían considerarse como medicamento y no como un producto dermoestético”, sostiene.
Además recalca que “cuando tenemos una quemadura solar, no debemos exponernos al sol por un par de días, ni aplicarnos cualquier tipo de producto como dentífricos, azúcar o alcohol, ni cualquier tipo de cremas. Ante esta situación, consultar con el médico dermatólogo”.
Recomendaciones y medidas de protección contra la acción del sol
“El horario recomendado para evitar el sol sin las medidas de protección adecuadas es de 10.00 a 15.00. Cuando notamos que tenemos sombra corta de nuestro propio cuerpo, ahí sabemos que es más peligroso. Si vemos sombra larga, sabemos que es el mejor horario”, precisa.
Por último, el especialista sugiere: “Es muy importante ver qué pasa con los días nublados. En esos días, pasan las radiaciones más agresivas a través de las nubes, es decir, aquellas que más cáncer de piel producen. Es decir, un día nublado es más peligroso aún que un día soleado. Por eso, es importante extremar las medidas de fotoprotección en estos días y no creer que porque no se lo ve, el sol no produce daño y, por lo tanto, no debo cuidarme”.