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Cerebro: tomar suficiente agua beneficia su rendimiento

La necesidad del cuerpo humano del consumo de agua se comprueba en que la deshidratación provoca una caída de la capacidad de concentración en un 15% y una disminución de la memoria a corto plazo del 10%. Incluso, a partir del 1% de deshidratación corporal, disminuye la memoria de trabajo. La falta de agua es fatal para el cerebro.

Por tanto, lo últimos informes científicos afirman que, si de cuidar el cerebro se trata, lo mejor es beber la suficiente agua: nuestro órgano principal necesita gimnasia mental, pero también hidratación.

Al respecto, se advirtió que un descenso de tan sólo un 2% de agua en nuestro cuerpo, puede causar pérdida momentánea de memoria y disminución significativa de la atención.

Por tanto, la deshidratación conlleva repercusiones en el rendimiento intelectual, provocando lentitud del pensamiento y de los reflejos y un aumento significativo de los errores en la solución de conflictos.

De hecho, hay estudios que señalan que la deshidratación provoca una caída de la capacidad de concentración en un 15% y una disminución de la memoria a corto plazo del 10%.

A partir del 1% de deshidratación corporal, se observa una disminución significativa del rendimiento de la memoria de trabajo y con un 3%, pueden aparecer fuertes dolores de cabeza, alteraciones en la destreza y desorientación temporal y espacial.

Por todo ello, en situaciones en las que se necesita un esfuerzo mental intenso, se recomienda beber agua frecuentemente.

Consejos para mantener una correcta hidratación

No esperar a tener sed para beber agua, ya que tener sed es un síntoma de que podemos empezar a deshidratarnos.

Es importante beber 8 vasos de agua (1 en cada comida y los demás repartidos durante el resto del día) para reponer las pérdidas de agua del cuerpo, sobre todo si estamos expuestos a altas temperaturas.

Hay que beber agua antes, durante y después de realizar cualquier deporte.

Es recomendable beber agua antes de salir de casa, sobre todo en las horas de mayor calor.

Es aconsejable llevar una botella de agua mineral al salir a la calle, así podremos hidratarnos en cualquier momento y lugar.

Si hay niños o ancianos a nuestro cargo, es bueno ofrecerles agua a menudo, ya que no siempre saben alertarnos cuando sienten sed y son los principales grupos de riesgo expuestos a la deshidratación.

Para mujeres embarazadas o en época de lactancia, se recomienda beber 3 litros de agua cada día.

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