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Fue a La Rotonda a pedir asistencia médica y terminó en la comisaría: el drama que vivió una sanjuanina este fin de semana

El domingo por la mañana, una sanjuanina vivió una tremenda situación de violencia cuando fue hasta el Centro De Adiestramiento Dr. René Favaloro, en Rawson, para solicitar atención médica y terminó detenida en una comisaría.

La damnificada, identificada con las iniciales A.B., habló con ConPacto y relató lo sucedido.

Según manifestó, desde el sábado por la tarde sufría un episodio de erupción alérgica, con el cuerpo brotado y dificultades para respirar, que se agravaban por las circunstancias del Zonda que azotó a nuestra provincia el fin de semana. Por esto, decidió ir hasta la Rotonda, pero no pudieron atenderla porque «no era algo urgente».

En la mañana del domingo, al notar que su salud cada vez estaba peor, acudió nuevamente al centro. «No había podido dormir en la noche por el ardor y la picazón. Me faltaba el aire, no podía respirar. Ya me había pasado algo parecido antes, pero esta vez por el Zonda no daba más. Así que fui para que me atendieran, pero me trataron muy mal», contó.

Por cuestiones de protocolo, la hicieron esperar afuera del edificio, pese a que ella les rogaba que la dejaran esperar en la sala porque el polvo, sumado a la reacción, no le permitía respirar. La mujer cuenta que en el lugar no habían más pacientes, sólo ella y una señora que ya estaba siendo atendida. «Me hicieron un test, para saber la gravedad del asunto y, como no tenía síntomas de COVID-19 me dijeron que tenía que esperar hasta 240 minutos, sino que me fuera», contó A.B.

Cansada y con su estado físico cada vez más deteriorado, la damnificada volvió a insistir para que la atendieran. «De los nervios que tenía porque ya no podía respirar y me ardía todo el cuerpo, pegué un grito y empecé a llorar y a decirles que por favor me inyectaran un corticoides o algo», relató, pero nada. «Me respondieron que iban a hacer lo que ellos quisieran».

En un momento, mientras A.B. continuaba esperando afuera, y luchando contra el ventarrón que no la dejaba tomar aire, llegó la Policía para informarle que estaba detenida. «Una mujer policía me agarra fuerte el brazo y me lleva hasta el patrullero. Me niego a subir y me amenaza con una orden legal y judicial. Me decían que seguro estaba empastillada, que había consumido algo. Yo, llorando y descompuesta, les seguía pidiendo por favor que me atendiera un médico».

Los efectivos la llevaron hasta la Comisaría 6º. Cuando llegaron, la tuvieron ahí, toda brotada, hasta que otra uniformada llamó a su padre para que fuera a buscarla y la llevara a un centro médico.

Después de toda esa odisea, finalmente en el Hospital de Pocito la asistieron y le diagnosticaron Urticaria Alérgica y Respiratoria, que no sólo se había agravado por el viento Zonda, sino también por los nervios que aquella situación agresiva le provocó. «Estaba lleno de gente y, sin embargo, me atendieron igual. Me inyectaron corticoides y otros varios medicamentos, por el estado en el que estaba. O sea que era cierto, yo no estaba mintiendo», sostuvo.

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