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Niños con TEA: barreras que encuentran las familias de personas con autismo a la hora de vacacionar

La reciente denuncia pública e indignación de María Julia Oliván por el trato a su hijo con autismo en el Aeroparque Metropolitano, cuando se iban de vacaciones, reabrió el debate sobre si los niños dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA) deben ser tratados de manera diferencial.

A través de un video en Instagram, la periodista relató la incómoda experiencia que tuvo que pasar mientras realizaba los trámites para embarcar en un vuelo hacia Uruguay, su destino estival, mientras estaba con Antonio, su hijo de 5 años.

Según dijo, no se respetó la Ley de discapacidad vigente porque cuando estaba en migraciones, pasó mucho tiempo hasta que algún empleado los atendiera. “Nadie de Migraciones ni nadie de Aerolíneas sabe que, a una persona con autismo, a una persona con una discapacidad, hay que darle prioridad”, remarcó.

Y denunció: “Como si fuera algo novedoso la ley de autismo, la ley de discapacidad. ¿Nadie sabe en la Argentina que vos tenés prioridad para pasar una fila si tenés un chico con autismo?”.

Las barreras en el turismo que encuentran las personas dentro del espectro autista y sus familias

Eduardo Sotelo es profesor de Educación Física y hace 18 años que se dedica a trabajar con personas con desafíos en desarrollo, con autismo y otras condiciones de neurodesarrollo. En su cuenta de Instagram lo siguen miles de seguidores por sus consejos para familiares de personas con TEA.

Para él, las principales barreras en el turismo que encuentran las personas con autismo y sus familiares son:

  • Problemas de accesibilidad en los sitios web y/ sus contenidos.
  • Señalización inadecuada en las terminales para viajar.
  • Falta de formación del personal turístico.
  • Exclusión y/o adaptación insuficiente de experiencias / actividades.

Consejos para organizar un viaje turístico con alguien con autismo

Para Sotelo, las principales recomendaciones son:

  • Planificar y anticipar los detalles del viaje con videos, fotos o dibujos.
  • Buscar hospedaje acorde a las necesidades del niño/a. Asegurarse que se adapte al medio de transporte elegido. Si su hijo o hija es selectivo/a con la comida tal vez sea mejor un departamento, casa o lugar donde puedas cocinarle.
  • Avisar a la compañía de transporte y al hotel con antelación.
  • Asegurarse de que la persona con autismo se sienta cómoda en el transporte.
  • Llevar documentación médica que certifique las necesidades del niño/a o joven con autismo.
  • Prepararse para posibles retrasos o poco acceso a la comida y el entretenimiento.
  • Ser creativos y explotar el potencial del niño/a autista creando aventuras de las que sea parte.
  • Que aprenda a nadar, ya que si se va a un lugar con piscina se podrán evitar situaciones estresantes y todos disfrutarán.

Cómo tratar a personas con autismo

Para Sotelo no es necesario un trato diferencial hacia las personas con autismo, sino tener en cuenta lo siguiente:

  • Hacerlo/a sentir bien por fuera y por dentro.
  • Respetar su espacio personal.
  • Respetar sus tiempos.
  • Respetar cuando se distrae con algo.
  • Respetar sus silencios y desconexiones.
  • Respetar sus conversaciones.

Según Sotelo, en caso de tener un alumno/a con autismo en una clase, es saber lo siguiente: quién es, cuáles son sus gustos e intereses, a qué le gusta jugar, qué cosas lo ponen nervioso/a o no le gustan, cómo se comunica y qué es lo que lo define como persona.

Por último, sugirió que la manera de acercarse es: “Crear un vínculo positivo con él o ella, respetar su espacio personal, prestarle atención a sus conversaciones, crear momentos divertidos, brindarle confianza y seguridad, construir un contexto predecible y amigable, disminuir estímulos sensoriales tales como ruidos y luces, ofrecerle la posibilidad de que acceda cognitivamente a qué, cómo y donde tengo que hacer la actividad y cuándo termina a través de fotos pictogramas”.

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