Evangelina Anderson aprovechó su visita a Argentina para hacerse un tatuaje cargado de significado

Dos días atrás, Evangelina Anderson sorprendió a su hijo mayor, Bastian, con una visita improvisada junto a sus dos hijas, Emma y Lola, fruto de su relación con Martín Demichelis. Durante su estadía en el país aprovechó para visitar un estudio de tatuajes y agregar un nuevo diseño en su piel.
“Si vengo a Buenos Aires acá me tiene”, escribió en sus historias la modelo antes de someterse al proceso de tatuarse. Este no es el primer diseño que lleva en la piel, sino que es uno más en la lista de pequeños tatoos que lleva en la espalda. Se trata de una pequeña mariposa cargada de significado: “Cuando llegué a Monterrey me enamoré porque andaban por todos lados, se posaban sobre uno y sentí que era como una señal”.
“Cuando uno se va a vivir a otro país, tiene preguntas, incertidumbres. Yo me fui de acá y el desarraigo me costó un montón, vi la libertad de esas mariposas, la belleza y dije que algún día me la iba a tatuar”, explicó en el video que subieron a las redes sociales del lugar. Este es solo uno de los que se realizó, ya que volvió una segunda vez, sin embargo, todavía no mostró que fue lo que decidió llevar en la piel para toda la vida.
La decisión de mudarse a México fue un acto de fe familiar. Las más pequeñas, Lola y Emma, se adaptaron rápido: hicieron amigas en el colegio, descubrieron nuevos juegos, otras palabras. Pero para la modelo y empresaria, el nudo estaba en otro lado. En los kilómetros que la separaban de Bastian, el adolescente que eligió quedarse en Buenos Aires para continuar su formación como futbolista en River, club donde comparte entrenamientos con Valentino López, el hijo de Wanda Nara y Maxi López.
Evangelina, Lola y Emma volaron a Buenos Aires. El motivo era claro. Ir a buscar a Bastian. Estar con él. Y grabar, claro, el momento exacto en que la ternura hace estallar las lágrimas.