Cosas Buenas

¿Los juegos de mesa mejoran la atención y la memoria?

En los últimos años, los juegos de mesa han experimentado un auge espectacular. Su éxito está fundamentado por varias razones y es que su valor va más allá de lo lúdico, ya que nos aportan beneficios a nivel cognitivo, psicológico y social.

“Hoy sabemos de la importancia del juego y el papel fundamental que tiene en nuestro desarrollo. El juego, es una actividad placentera que nos proporciona las herramientas necesarias de aprendizaje en destrezas para la vida”, cuenta a CuídatePlus Isabel Rodero López, psicopedagoga de Centro TAP Tratamiento Avanzado Psicológico.

A nivel cognitivo, “los juegos de mesa nos ayudan a ejercitar todas las destrezas relacionadas con las funciones ejecutivas, tan en boga en los últimos años. Estas funciones afectan a los procesos mentales de orden superior, es decir, tienen que ver con la planificación, atención, memoria, toma de decisiones, organización, ejecución de la tarea y relación de consecuencias asociadas a nuestra toma de decisiones”, explica la experta.

Además, a nivel psicológico, nos ayudan a fomentar el autoconocimiento y a aprender a detectar y gestionar nuestras emociones. En este sentido, por ejemplo, perder la partida nos ayuda a conocer cómo nos enfrentamos al fracaso y, así, desarrollar un modelo adecuado de tolerancia a la frustración. 

Por otro lado, los juegos de mesa nos permiten medir nuestras propias capacidades y aptitudes, mostrándonos aquello que se nos da mejor o peor.

A nivel social, los juegos de mesa nos permiten aprender normas sociales como respetar las reglas del juego, guardar el turno, etcétera. La partida se convierte en un microsistema de relaciones en el que hay que conocer y respetar las reglas del juego, y esto es un entrenamiento en normas sociales y de convivencia. Si no somos capaces de respetar las reglas del juego, es probable que seamos intolerantes ante los límites y normas de la familia o en otros ambientes como colegio, trabajo, sociedad…

Según Rodero, “aprender a respetar nuestro turno nos entrena en el aprendizaje del respeto y tolerancia hacia los demás. Aprender a esperar, cultivar la paciencia, es una necesidad de la sociedad en la que vivimos, ya que estamos acostumbrados a obtener aquello que buscamos a golpe de clic. Por tanto, tolerar el malestar que nos provoca no tener aquello que queremos en el mismo momento es algo que hay que fomentar. Como se suele decir: La paciencia es la madre de la ciencia”.

Y por último, “el papel socializador del juego en sí mismo, el placer de compartir espacios con otros, conseguir objetivos comunes y aprender a trabajar en equipo; todo se materializa cuando nos embarcamos en una nueva partida”, añade la experta de Centro TAP.

Respetar las edades recomendadas

Seguir las edades recomendadas por los fabricantes de cada juego de mesa es adecuado y necesario. Rodero considera importante que “elijamos juegos adaptados tanto a la edad, como a las características del niño. Los adultos, padres y educadores tenemos la responsabilidad de aprender a valorar y ofrecer recursos adecuados por edad y maduración. Es fundamental saber observar cuáles son las capacidades y demandas de nuestros hijos”.

Hay que evitar ofrecer juegos para que desarrollen capacidades antes de tiempo, ya que puede ser contraproducente. Un buen indicador para saber si la edad es adecuada es comprobar si son capaces de seguir las instrucciones o las reglas del juego. Si no es así, quizá deberíamos plantearnos que no es adecuado para su edad y nivel madurativo.

¿Con cuántos años pueden empezar a jugar?

En el mercado existe una gran variedad de juegos preparados para edades muy tempranas. Lo habitual es que empiecen a participar en juegos de mesa a partir de los 3 o 4 años, puesto que en ese momento ya pueden comenzar a seguir instrucciones muy sencillas. Siempre es importante que respetemos las edades para las que se recomienda el juego en cuestión. Además, la psicopedagoga subraya que “es adecuado que atendamos las demandas específicas del niño, sus gustos e intereses. Tenemos que tener en cuenta que jugar debe ser en todo momento una actividad placentera, así que no es conveniente ‘obligar’ a los niños a que jueguen si no está en su foco de interés. Los juegos de mesa son una buena herramienta para fomentar y afianzar aprendizajes, siempre y cuando mantengan su carácter lúdico”.

Madre e hija frente a un juego de mesa.

Importancia de seguir las instrucciones del juego

Por lo general, los juegos de mesa no consisten solo en ganar de cualquier manera ni a cualquier precio. Están diseñados para ser una herramienta de diversión, pero también deben tener cierto nivel de dificultad para que nos resulten atractivos. “Está demostrado que los retos activan nuestra motivación y esta, a su vez, nos permite aprender y divertirnos. Sin embargo, cuando jugamos con niños y/o personas de diferentes edades o distintas capacidades, es importante tener cierta flexibilidad a la hora de seguir las instrucciones, ya que para que el juego sea atractivo todos los participantes deben sentirse integrados en el mismo y tener la sensación de reto”, indica Rodero.

Por otro lado, es importante conocer el grupo con el que se va jugar para poder elegir el tipo de juego más adecuado. En el mercado existen muchas tipologías de juegos: cooperativos, competitivos, con interacción entre los participantes, o sin ella, etcétera. 

“Otra cuestión clave por la que debemos respetar las instrucciones del juego tiene que ver con lo que las propias reglas del juego representan en la comunidad. Como ya hemos dicho antes, aprender a aceptar y adoptar las normas sociales es importante para nuestro desarrollo a nivel social”, afirma la psicopedagoga de Centro TAP. 

El significado de las trampas

Hacer muchas trampas puede ser indicador de baja tolerancia a la frustración. “Las personas que no toleran el malestar tienden a evitarlo por todos los medios posibles. De igual manera, enfadarse y agredir a otros, tanto a nivel físico como verbal, puede ser otro indicador de baja tolerancia a la frustración. Es labor de los padres y educadores mostrar modelos adecuados de gestión de las emociones, ya que nuestra forma de enfrentarnos al malestar será la que nuestros hijos reproduzcan como propia. Como sabemos, los padres, madres y educadores somos modelo, así que en este sentido es importante valorar cuál es nuestro modelo de juego y cuál es nuestro modelo de afrontamiento ante las dificultades y de gestión emocional”, comenta Rodero.

En otros casos, realizar trampas se concibe como habitual y se normaliza dentro de la dinámica propia del juego. El significado en este caso, hacer trampas, es una regla más del juego.

Algunos tipos de juegos de mesa podrían provocar reacciones negativas en los niños o adolescentes. “Si así fuera, debemos revisar todo lo explicado anteriormente, ya que hay algo que no estamos teniendo en cuenta. Es importante, saber elegir el tipo de juego, que esté relacionado con los gustos e intereses de las personas que van a jugar, respetar la edad recomendada, observar el modelo de gestión emocional que transmitimos como educadores, etcétera”, recalca la psicopedagoga.

Cómo beneficia a los adultos participar en juegos de mesa

El juego es fundamental para la vida; de hecho, nuestros primeros aprendizajes son a través del juego. Estamos programados para jugar. El juego es placentero en su naturaleza y nos ayuda a aprender sin presiones, a desarrollar destrezas sin darnos cuenta. Además, es un elemento socializador. Pensamos erróneamente que los juegos son para niños, pero nada más lejos de la realidad. En el mercado existen una gran variedad de juegos, y en los últimos años el mundo de los juegos de mesa ha crecido exponencialmente, ofertándose para todas las edades y todos los gustos.

¿Cuáles serían más adecuados para los adultos? “Cada persona es diferente y tiene sus propios gustos e intereses. Las claves para poder disfrutar de los juegos de mesa tienen que ver con todo lo que hemos mencionado anteriormente. Y, sobre todo, hay que tener presente que es fundamental ser conscientes del grupo de personas con el que vamos a jugar para saber elegir el tipo de juego. Y después… ¡a disfrutar!”, recomienda Rodero.

Botón volver arriba