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Milei, el segundo presidente en enfrentar más rápido un tercer paro general desde la vuelta de la democracia

El presidente Javier Milei enfrenta este jueves un nuevo paro general en contra de su gestión de gobierno. A 487 días de asumir su primer mandato, se convirtió así en el segundo mandatario desde el regreso de la democracia en afrontar más rápido una tercera huelga nacional convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT).

Solo lo supera Fernando De la Rúa, al que las centrales sindicales le hicieron tres paros generales en apenas seis meses de mandato. En el tercer lugar se ubica Ricardo Alfonsín, que tuvo su tercera huelga nacional a los 628 días de comenzada su gestión.

En contraposición, Milei es también el presidente con el mayor plazo entre el segundo y el tercer paro general. A partir de la segunda huelga, la impaciencia sindical suele acelerarse, excepto con el mandatario actual, que tuvo un intervalo de 334 días entre ambas fechas.

Los datos corresponden a un informe de la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral. “Los tres mandatarios no peronistas son los únicos que recibieron un tercer paro general en el transcurso de su segundo año de gobierno”, señaló Marcelo Bermolén, autor del estudio.

La conflictividad, según el signo político de Gobierno

Una de las cuestiones que resalta el informe es que en la conflictividad gremial, “la diferencia es abismal” entre los gobiernos peronistas y los de otro signo político. En ese sentido, menciona que ni Eduardo Duhalde ni Néstor Kirchner enfrentaron un tercer paro general en sus gestiones y que Alberto Fernández fue el único presidente desde el regreso de la democracia que finalizó su gestión sin afrontar ninguna medida de fuerza.

“Con esta medida (contra Milei), la CGT ratifica el comportamiento del sindicalismo argentino de mostrar una mayor beligerancia contra las administraciones no peronistas, mientras exhibe tolerancia -y en algunos casos complicidad- con los gobiernos de ese color político”, indicó Bermolén.

Fue precisamente esa una de las críticas que el vocero presidencial, Manuel Adorni, hizo este miércoles. “La CGT insulta la inteligencia de buena parte de los argentinos, son irrespetuosos con la inteligencia de la gente. Si hablan de poder adquisitivo, nadie lo destrozó tanto como Alberto Fernández, al que no le hicieron un solo paro, ni siquiera con el encierro de un año y medio con la cuarentena por coronavirus, que fundió a miles de comercios”, dijo en Radio El Observador.

Del total de 45 paros nacionales contabilizados desde el regreso de la democracia, 29 se dirigieron contra cuatro presidentes no peronistas (Alfonsín, De la Rúa, Mauricio Macri y Milei), en un lapso de 13 años; mientras que 16 afectaron a cinco mandatarios de extracción peronistas, en 28 años de gestión.

En los siete mandatos peronistas enfrentaron a razón de 2,29 paros generales por gestión; mientras que en los cuatro no peronistas afrontaron un promedio de 7,25 huelgas nacionales por mandato.

En términos porcentuales, el 64,5% de los paros tuvieron como destinatarios a gobiernos no peronistas, frente al 35,5% dirigidos a administraciones que llegaron al poder en alianzas políticas encabezadas por el PJ.

De los datos analizados se puede concluir que los presidentes no peronistas recibieron casi el doble de paros generales que los peronistas, en menos de la mitad de tiempo.

Si se toma en cuenta el tiempo que duraron las gestiones, en 28 años de gobiernos peronistas, se realizaron menos de un paro por año; mientras que en los 13 años no peronistas, la CGT llevó adelante 2,23 huelgas nacionales por cada 12 meses de mandato.

Esto significa que a los presidentes peronistas -en promedio- el sindicalismo le realizó un paro general cada dos años; mientras que los de otros signos políticos les hizo algo más de cuatro huelgas generales por bienio.

Los datos se alinean con la definición histórica de la CGT de encuadrarse dentro del Partido Justicialista, incluso de negociar lugares en las listas para distintas elecciones. Varios diputados de extracción sindical llegaron a sus bancas como parte de boletas peronistas.

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