Quién es la modelo angoleña que se bajó de Gran Hermano a último momento y posibilitó el ingreso de Chiara Mancuso

A minutos de ingresar al hotel para debutar en Gran Hermano (Telefe), una joven modelo de 27 años tomó una decisión inesperada: abandonar el certamen antes de comenzar. Esa participante era Elsa Soares Martins, conocida como Zuri, una angoleña que había captado el interés del equipo de producción por su historia de superación y su carisma frente a cámara. Su renuncia de último momento dejó vacante una plaza clave en el reality y permitió el ingreso de Chiara Mancuso, que era suplente.
En la emisión de LAM por América TV, Ángel de Brito reveló que Elsa “había grabado toda la presentación, lo mismo que hicieron todos los chicos que están ahora adentro”, pero “dejó de garpe al remis unos minutos antes de entrar al hotel”. Yanina Latorre añadió que lo que motivó la decisión fue un ataque de pánico, algo que le habría confirmado Santiago del Moro.
Zuri nació en Malanje, una provincia del norte de Angola, país tropical africano que fue colonia portuguesa hasta 1975. Desde muy joven se destacó en sus estudios y alcanzó el mejor promedio nacional en su tecnicatura en enfermería. Ese logro académico le permitió acceder a una beca completa para estudiar Medicina en Argentina, como parte de un programa educativo impulsado por la Fundación José Eduardo dos Santos, en honor al ex presidente angoleño.
A los 19 años, en junio de 2018, llegó junto con otros nueve estudiantes a Libertador San Martín, Entre Ríos, para cursar en la Universidad Adventista del Plata. Pero, una vez en suelo argentino, los estudiantes fueron informados de que la fundación que los respaldaba había cambiado. En su lugar, una entidad llamada IDS —vinculada a un consejero del exmandatario angoleño— se haría cargo de sus gastos, pero bajo condiciones drásticas y no informadas previamente.
“Nos dijeron que teníamos que firmar nuevos contratos, con cláusulas que incluían castigos físicos por bajo rendimiento”, relató la propia Zuri en diálogo con Infobae. A pesar de que ella mantenía un desempeño académico excelente, fue testigo de lo que la organización llamaba “correcciones”: “era un círculo de tortura, con ejercicios militares, sostener peso durante horas, estar arrodillados en piedras. Mujeres y hombres por igual”. Agregó que la amenaza de ser devueltos a su país si no aceptaban las reglas fue una presión decisiva. “Nuestros padres vendieron todo para que pudiéramos venir. No podíamos volver con las manos vacías”.
Durante más de tres años, la fundación no cumplió con el pago de los aranceles universitarios. Los estudiantes, sin ingresos propios, no podían cursar con normalidad ni regresar a Angola, aunque sus familias reunieran dinero para enviarles pasajes. Además, una vez por año debían trasladarse a una casa en Río de Janeiro para cumplir con reuniones de la fundación, donde se repetían las condiciones vejatorias.
La vida de Zuri cambió a fines de 2021, cuando visitó a un grupo de compatriotas en Concepción del Uruguay y conoció al diseñador argentino Matías Anchorena. “Estaba terminando una colección y me propuso modelar para unas fotos. Fue mi primer trabajo como modelo”, recordó. A partir de ese momento, comenzó a hacer castings, participó en La Jaula de la Moda y se presentó en agencias, aunque todavía estaba bajo la tutela de la fundación.
La oferta para aparecer en el programa Trato Hecho, conducido por Lizy Tagliani, fue el punto de inflexión. “Era la oportunidad de empezar una vida nueva. Hablé con mi familia y decidí mudarme a Buenos Aires, al microcentro”, contó. Asumió la deuda universitaria que dejó la fundación y logró trasladar su carrera a la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), donde actualmente cursa cuarto año de Medicina.