Espectáculo

Ricardo Darín reveló detalles de la escena eliminada de El Eternauta: “Nosotros ya tenemos un chico adentro”

En medio de la expectativa global por el estreno de El Eternauta, Ricardo Darín reveló uno de los momentos más singulares —y finalmente descartados— de la producción. Durante una entrevista con Todo Pasa, ciclo conducido por Matías Martin en Urbana Play, el actor relató una escena eliminada que, por su fuerte carga de argentinidad, no logró superar el filtro de la internacionalización. Aunque reconoció que era uno de sus pasajes favoritos, admitió que “se fueron al carajo” con la extensión del chiste y su incapacidad de ser comprendido fuera del país.

El protagonista de la serie del momento confirmó que algunos guiños culturales locales “fueron suprimidos”, aunque originalmente formaban parte del guion. La escena que más lamenta haber perdido tenía lugar durante una partida de truco, donde el equipo de personajes utilizaba la expresión “nosotros ya tenemos un chico adentro”, una frase común en la jerga del truco cuando se tiene una ventaja frente al otro equipo al haber llegado a sumar los primeros 15 puntos del juego. La comicidad del momento creció durante el rodaje hasta transformarse en una escena completamente improvisada con Claudio Martínez.

El relato reconstruyó una dinámica de juego que escapó rápidamente de su marco original. El actor recordó: “Le digo: ‘Sí, lo tengo acá abajo. Arturito’. Y él empezó a hacer la voz de Arturito desde abajo. ‘¿Qué querés, nene?’, le decía. Y los otros dos rabiando porque ‘tenemos un chico adentro’. ‘¿Qué querés?’ ‘Quiero whisky’, gritaba el otro de abajo, porque teníamos la botella”. Según su descripción, el momento era hilarante dentro del set, pero se transformó en una escena “eterna” que, por razones narrativas y de edición, tuvo que ser excluida del montaje final.

El diálogo entre los personajes tomaba como base una frase del truco cuya traducción literal resulta confusa y prácticamente imposible. La escena, reconoció el actor, “era muy graciosa”, pero se alejaba del tono que la serie necesitaba mantener. El carácter episódico y la necesidad de construir una narración entendible a nivel global obligaron al equipo a tomar decisiones de recorte que afectaron incluso los pasajes más queridos por los actores.

Un fenómeno curioso relacionado con la serie ocurrió en Japón, donde el interés por el truco, un juego de cartas típico argentino mencionado en la trama, comenzó a crecer. De hecho, usuarios japoneses buscaron tutoriales, aplicaciones y traducciones de las reglas, lo que fue celebrado en redes sociales argentinas como un ejemplo inesperado de exportación cultural.

La adaptación de El Eternauta para Netflix priorizó elementos universales como la lucha colectiva, la resistencia frente a lo desconocido y la esperanza en medio del caos, dejando en un segundo plano algunas de las connotaciones políticas y sociales más marcadas del cómic original. Según publicó RAmayo, esta decisión podría explicar la recepción mixta en algunos contextos asiáticos, donde ciertas referencias locales resultan difíciles de comprender sin un conocimiento previo de la obra.

A pesar de estos desafíos, la serie logró posicionarse como una de las producciones de ciencia ficción más elogiadas en lo que va del año. La confirmación de una segunda temporada y el respaldo de figuras como Hideo Kojima sugieren que el fenómeno cultural de El Eternauta continuará expandiéndose.

Desde su origen seriado en las páginas de Hora Cero Semanal -así comenzó a publicarse entre 1957 y 1959-, la historia de Juan Salvo trascendió fronteras, demostrando que las narrativas poderosas pueden conectar con audiencias de todo el mundo, incluso en los lugares más inesperados.

En China, el impacto de la serie, titulada localmente como “永航员” (El navegante eterno), fue más moderado pero igualmente perceptible. En plataformas como Weibo y Douban, los usuarios comenzaron a discutir la producción, aunque las puntuaciones promedio aún no se consolidaron debido al bajo volumen de reseñas. Los comentarios reflejan un debate activo: mientras algunos espectadores valoran la fidelidad al espíritu del cómic original, otros critican la complejidad narrativa y la falta de claridad en las motivaciones de los personajes.

En contraste, en Corea del Sur y otros países asiáticos, la recepción fue más limitada. Según RAmayo, la serie ocupa posiciones marginales en los rankings locales y las menciones en redes sociales son escasas. Esto podría atribuirse a la fuerte competencia con producciones locales y a la menor penetración del contenido latinoamericano en estos mercados.

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