Cosas Buenas

Rosales: cómo y cuándo podarlos para que florezcan con más fuerza

La poda de rosales es, sin duda, la labor más importante para mantenerlos sanos y con una floración abundante. Es necesario hacerla todos los años pero, dependiendo del ejemplar, se hace de una u otra forma.

Técnica básica de la poda:

De las yemas sale un brote nuevo, que es como una pequeña verruga. Siempre debe cortarse arriba de esta marca, alrededor de 1 cm. Menos de esto puede perjudicar a la rama. El corte debe ser en bisel, a 45 grados, corte lateral.

En este punto, es necesario tener en cuenta 3 etapas:

La primera es la desfloración. Una vez secas las flores, se debe cortar dos yemas hacia abajo de la misma, así nos aseguramos que el rosal florezca nuevamente.

La segunda se llama deschuponado. La mayoría de los rosales se encuentran injertados en especies que son silvestres, las cuales tienen mucha fuerza, por lo cual pueden aparecer ramitas en la base del rosal. Debido a esto, se aconseja retirar dichas ramas para que, con el paso del tiempo , el rosal silvestre no afecte a la rosa injertada.

La tercera etapa es el mantenimiento. Se debe realizar en una época del año, que es cuando las rosas duermen: cuando hace frío. Si no hay heladas puede realizarse en otoño, pero si hay posibilidad de descensos muy bajos de temperatura, es aconsejable esperar a fines del invierno.

¿Cuáles son los 5 pasos para realizar una poda efectiva?

1- retirar la madera muerta o ramas secas

2- eliminar brotes débiles o ramitas finitas

3- también sacar aquellas ramas que puedan cruzarse en el crecimiento

4- bajar la altura del rosal entre 1/3 y 1/2 de la planta original

5- siempre evitar que queden ramas con yemas hacia adentro.

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