Suspenden los vuelos en el aeropuerto de la isla de La Palma por las cenizas y suben a 6.200 los evacuados
El aeropuerto de la isla española de La Palma, (Canarias), afectada por la erupción del volcán Cumbre Vieja, no puede funcionar por la acumulación de cenizas, informó este sábado el organismo que gestiona los aeropuertos españoles, tras dos nuevas bocas eruptivas, que expulsan «ríos de lava» lo que elevó a más de 6.200 el numero de habitantes evacuados de sus casas.
El aeropuerto se «encuentra inoperativo por acumulación de ceniza», informó AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea).
Luego, agregó que se iniciaron las tareas de limpieza, «pero la situación puede cambiar en cualquier momento», tras aclarar que el resto de aeropuertos de las islas Canarias, uno de los principales destinos turísticos españoles, «están operativos», según informó la agencia de noticias AFP.
El temor al desmoronamiento de una parte del cono llevó a ordenar la evacuación de otra zona de la isla, una medida que afectó a 160 personas y que eleva a más de 6.200 el número de habitantes
El viernes ya se anularon los primeros vuelos a La Palma desde que comenzó, el domingo, la erupción del volcán, y a causa de esto la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que tenía previsto realizar una visita la isla, la anuló por la cancelación de diferentes conexiones por vía aérea «y la imposibilidad de habilitar otras soluciones por vía marítima», según un comunicado de su ministerio de este sábado.
La noche del viernes, el volcán sufrió un incremento de su virulencia, encadenando las explosiones y rugiendo como no lo había hecho hasta ahora. Se abrieron dos nuevas bocas que vertían lava fluida a mucha velocidad y el volcán escupía rocas mucho más lejos.
El volcán sufrió la noche del viernes un incremento de su virulencia, encadenando las explosiones y rugiendo como no lo había hecho hasta ahora
El temor al desmoronamiento de una parte del cono llevó a ordenar la evacuación de otra zona de la isla, una medida que afectó a 160 personas y que eleva a más de 6.200 el número de habitantes que tuvieron que abandonar sus hogares.
«El pico de intensidad del volcán sufrió una enorme subida», dijo a la prensa Miguel Ángel Morcuende, director de Pevolcan (Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias), justificando la evacuación.
En la misma conferencia de prensa, María José Blanco del Instituto Geográfico Nacional (IGN), informó que «las coladas de lava, que son de alta temperatura y contenido de gases, son poco viscosas y pueden saltar obstáculos geográficos».
Según el sistema europeo de mediciones geoespaciales Copernicus, la colada de lava ocupa una superficie de 190 hectáreas y destruyó 420 construcciones.