Tres de los rugbiers fueron señalados por testigos en la tercera rueda de reconocimiento
Tres de los diez rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell fueron identificados este lunes en la tercera rueda de reconocimientos, uno de ellos como quien aplicó puñetazos a la víctima, otro como «arengador» de los agresores y el restante como parte del grupo presente en el lugar del ataque.
Fernando Burlando, abogado de la familia del joven asesinado, informó al finalizar la diligencia, que hubo tres reconocimientos positivos, al tiempo que consideró que existe «un pacto mafioso» entre los rugbiers y se mostró confiado en que «alguno de ellos hable».
Fuentes de la investigación indicaron que el detenido Luciano Pertossi fue reconocido durante esta jornada por dos testigos como la persona que vieron aplicarle puñetazos a Báez Sosa afuera del boliche «Le Brique».
Luego, Ayrton Viollaz fue señalado también por dos testigos como quien «arengaba» a los agresores en la vía pública; en tanto a Matías Benicelli, un sólo testigo lo identificó como parte del grupo de rugbiers aunque no le asignó un rol específico en el ataque.
De esta manera, siguen siendo tres los detenidos que no fueron identificados en ninguna de las tres jornadas de reconocimientos realizadas hasta ahora: Alejo Milanesi, Blas Cinalli y Juan Pedro Guarino.
Respecto a uno de ellos, el abogado Fabián Améndola, socio de Burlando en representación del particular damnificado, explicó: «Sabemos que en las imágenes (de las cámaras de seguridad con las que se hará una identificación facial) se lo va a reconocer.»
En tanto, el próximo martes habrá una cuarta -y última- jornada de ruedas de reconocimientos ante otros cuatro testigos.
Además, de Luciano Pertossi, Viollaz y Benicelli, también fueron identificados en las rondas del jueves y viernes últimos Máximo ThomsenEnzo Comelli, como quienes atacaron físicamente a Báez Sosa; Ciro Pertossi; y Lucas Pertossi.
El undécimo acusado es el remero Pablo Ventura, para quien, su abogado Jorge Santoro, pidió su sobreseimiento ya que no fue reconocido por ninguno de los testigos.
Este joven, que estuvo preso y luego fue liberado, reside en Zárate al igual que los rugbiers que siguen detenidos y contó que no entiende por qué lo involucraron en el crimen y que hace cuatro años tuvo «solamente un cruce de miradas» con uno de ellos en un boliche de dicha ciudad.
Por su parte, una joven identificada como Andrea Ranno, quien declaró como testigo en la causa y aportó información «clave» para localizar la vivienda en la que se hospedaban los rugbiers acusados, relató que la noche del homicidio escuchó que los jóvenes imputados narraban «una pelea que habían tenido» y que «se reían de que le habían roto la jeta a uno».
Esta testigo trabajaba como recepcionista del hotel Inti Huasi, ubicado a media cuadra de «Le Brique», y recordó que minutos después del ataque a Báez Sosa vio pasar a al menos ocho de los acusados desde allí, lo que le permitió aportar precisiones a los investigadores sobre «la casa donde podían estar» alojados.
Mientras que Francisco, uno de los jóvenes que participó como «extra» en una de ruedas de hoy contó que los imputados se están tomando la medida «con total tranquilidad» y que Lucas Pertossi le dijo que «no hizo casi nada» durante el hecho.
En tanto, Burlando contó que un nuevo testigo presencial declaró esta mañana ante la fiscal Verónica Zamboni y brindó «detalles muy precisos» sobre los roles de cada uno de los rugbiers imputados.
Por otra parte, esta mañana comenzó el peritaje a los 11 teléfonos celulares secuestrados a los imputados en la Agencia Regional de la Policía Federal Argentina (PFA), ubicada en la Escollera Norte de Mar del Plata, con el objetivo de analizar el contenido de los mismos.
A su vez, se espera que esta semana también se lleven a cabo en Dolores el peritaje químico y de rastros para determinar si en las prendas y calzados incautados hay manchas de sangre.
Mientras que aun no hay fecha para llevar a cabo el peritaje scopométrico que va a comparar la «impronta» que dejó en la piel de la víctima una zapatilla, cuyo «modelo y tipo» fue identificado por la Policía de Tierra del Fuego, con el calzado incautado.
El crimen de Báez Sosa ocurrió la madrugada del sábado 18 de enero último, frente al boliche Le Brique, en avenida 3 y Paseo 102, del centro de Villa Gesell, donde el joven fue atacado a golpes de puño y patadas en plena vía pública y murió.
Ese mismo día, los 10 rugbiers fueron detenidos en una casa que alquilaban a pocas cuadras de la escena del crimen, mientras que a Ventura lo aprehendieron en Zárate, de donde él afirma haber estado todo el tiempo.
Todos están imputados del delito de «homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas», Thomsen y Ciro Petorssi como «coautores» y el resto como «partícipes necesarios».