AUDIO / Un famoso actor sorprendió a una escuela albergue de Iglesia: bailó, cantó y hasta comió sopaipillas con los chicos

La Miguel Cané es conocida como «la escuela del cielo», ubicada en Bauchaceta a más de 2.500 metros de altura, en medio de las montañas iglesianas. Hasta allí, esa institución albergue y emblema de la educación rural llegó el famoso actor Facundo Arana, quien compartió toda una jornada con los alumnos y la comunidad en ese recóndito lugar de San Juan.
La presencia de Arana revolucionó la escuelita cordillerana. Según contó en Radio Sarmiento Javier Ortíz, maestro y director de la Miguel Cané, «me lo venían anunciando hace una semana, más o menos. Y, bueno, yo no creía, porque digo, bueno, una persona de estas características que venga acá a Bauchaceta, me parecía por ahí medio irreal. Y ayer tuvimos la gran sorpresa de que apareció Facundo Arana, el actor argentino. Y lo tuvimos ahí casi todo el día, así que fue un momento muy especial para nosotros, para los alumnos, para el personal, para todo el mundo. Una cosa muy agradable, un momento muy agradable para nosotros», relató el educador este miércoles.
Contó que cerca de la escuela se ubican unos parques solares, entre los cuales está YPF Solar, que colabora con la escuela en algunas cuestiones. Y que está filmando un documental lo que generó la presencia del famoso actor de telenovelas en esas latitudes.
Ortíz destacó que los chicos estuvieron compartiendo mucho con Arana. «Fue un momento hermoso. Facundo Arana, lo conocemos, yo lo conozco por los medios, y tengo muy buena opinión de él, como la mayoría de la gente, me parece. Y lo que dejó demostrado ayer, ¿no? La mayoría de la charla que tuvo fue con los chicos. Y lo que él trató, en todo momento, de incentivar al chico para que continúe estudiando, para que lea, para que se supere, las herramientas», destacó. «Hablamos y nos sacamos fotos», destacó sobre la especial jornada.
Arana llegó sobre el mediodía y recibió todo un recibimiento especial que le hizo la comunidad. «Nosotros les preparamos de nuestro bolsillo, compramos con Manuel, con los porteros, con Germán y con la celadora, compramos e hicimos pasteles. Y unas sopaipillas. Así que los muchachos estuvieron de parabienes. Y les encantó», relató Ortiz.