¿Un libro predijo el coronavirus?
En los ojos de la oscuridad. Así se llama el libro que comenzó a hacerse viral hace unos días en redes sociales por su parecido con la realidad. Con la epidemia de coronavirus desatada en China. Como si se tratara de una predicción. En 1981, el escritor estadounidense Dean Koontz (Pensilvania, 1945) publicó esta obra en la que habla de un virus nacido en laboratorios militares del Partido Comunista Chino.
La coincidencia no es perfecta. Las versiones más fuertes sobre el brote chino aseguran que surgió en un mercado de animales salvajes del centro del país. Y aunque semanas atrás, en una nota del diario The Guardian se hablaba de un supuesto laboratorio cercano a la zona, la teoría del origen como arma química no tiene tanto sustento.
Sin embargo Wuhan fue la clave. Y el año también. La historia que se cuenta en el libro, cuarenta años atrás, es la historia de un virus creado en esa ciudad para ser utilizado en caso de una guerra, de acuerdo con lo publicado por el diario ABC.
Así el libro no habla de coronavirus pero sí de Wuhan-400, porque según los científicos está diseñado a partir de una cepa de más de 400 microrganismos creados de manera artificial. En la ficción, lo llaman «el arma perfecta» porque infecta solo a humanos y no puede subsistir fuera del cuerpo ni en ambientes fríos por debajo de los 30 grados.
» Por un lado, una persona puede convertirse en portador infeccioso solo cuatro horas después de entrar en contacto con el virus -un periodo relativamente corto-; y una vez infectado, nadie vive más de 24 horas. La mayoría muere en doce«, advierte un personaje de la novela En los ojos de la oscuridad.
La mortalidad, claro, no es la misma. La mayoría de los casos del nuevo virus chino no concluyen con la muerte.
Pandemia
Las nuevas muertes por coronavirus en Irán, Japón y Corea del Sur aumentan el miedo a una pandemia mundial. Al mismo tiempo la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la epidemia se estancó en China, donde murieron más de 2600 personas y hay 77 mil infectados.
Sin embargo la situación empeora fuera de China, con 2700 casos y 40 muertos, lo que llevó a restringir viajes, cancelar partidos de fútbol y aislar zonas enteras para evitar contagios. Corea del Sur, Italia e Irán registraron un drástico aumento en las infecciones y las muertes por el brote, mientras que varios países de Medio Oriente anunciaron sus primeros casos.
Ayer, ante este escenario, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, insistió que el virus todavía se puede contener y elogió las drásticas medidas tomadas en China, con la puesta en cuarentena de grandes ciudades.
«Por el momento no estamos presenciando una propagación mundial incontenible de este virus ni muertes a gran escala», dijo ayer en Ginebra. Pero añadió que los gobiernos tienen que hacer lo máximo posible para prepararse para «una posible pandemia», término que describe una enfermedad que se propagan por varios países.