Cosas Buenas

¿Es malo tener muchos lunares?

Los lunares son considerados tumores benignos que se producen debido a la acumulación de células en la piel y con ello la del pigmento natural de nuestros tejidos cutáneos, la melanina.

Son bastante comunes en las personas. Sin embargo, algunos nevus (como también se les conoce) pueden ocasionar problemas para la salud, ya que tienen la tendencia a convertirse en melanoma, un tipo de cáncer de piel. 

Aquí hay algunos puntos importantes sobre los lunares:

  • Cantidad de Lunares: Se estima que todos los individuos tienen entre 10 y 50 lunares distribuidos por todo el cuerpo. A partir de los 40 años, la producción de nevus se detiene y comienza un proceso de desaparición que se acelera con el paso de los años.
  • Aspecto y Cambios: Los lunares pueden variar en color, forma y textura. Aunque es común asociarlos con el color negro y una forma ovalada, también existen lunares marrones, rosados y con texturas elevadas. Si un lunar cambia de color, tamaño o textura, es importante prestar atención, ya que podría tener una anormalidad y requerir revisión médica.
  • Riesgo y Melanoma: Una de cada diez personas puede desarrollar un lunar considerado anormal o atípico, es decir, que se sale de los estándares normales. Cuando esto ocurre, existe un riesgo de desarrollar melanoma. Por lo tanto, es crucial acudir al médico para evaluar cualquier aspecto irregular.
  • Prevención y Cuidado: No es necesariamente anormal tener muchos lunares, pero es importante estar atento a cualquier cambio. Recuerda protegerte del sol, vigilar tus lunares y consultar a un dermatólogo si tienes alguna preocupación. Siguiendo estos consejos, podrás mantener tu piel sana y prevenir posibles problemas.

Existe en dermatología el llamado » mapeo de lunares», donde el especialista registra y observa cada uno de los que tiene el paciente, para hacer una detección precoz de cambios en su morfología. Este mapeo es útil para todos, pero especialmente conveniente para personas que hayan tenido alta exposición solar.

Los llamados nevos displásicos son aquellos que se salen de los estándares normales. Algunas características incluyen:

Asimetría: Dos mitades del lunar que se ven diferentes.

Bordes Irregulares: Cortes u ondas en los bordes.

Coloración Heterogénea: Varias tonalidades o manchas rosadas o rojizas.

Diámetro Mayor de 6 mm: Lunares más grandes que podrían indicar un riesgo de melanoma, que es el cáncer de piel considerado más peligroso.

Aunque no todos los nevos displásicos se vuelven malignos, se les debe prestar atención y, si hay cambios, consultar a un dermatólogo.

Los lunares rojos, un caso aparte

Los lunares o nevus rubí aparecen en la adultez y generalmente, en vez de desaparecer con la edad, aumentan. Se relacionan con la herencia pero también con el envejecimiento acelerado de la piel, la exposición a alto estrés y químicos, así como a la diabetes.

Fuera de estas diferencias, su observación y cuidado no es diferente a los nevus de otros colores. Ante cualquier cambio en su forma, o si sangran, es imprescindible consultar al médico.

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