Economía

Corrección en los mercados globales e indicios sobre la postergación del acuerdo con el FMI impactan negativamente en el Merval

* Por: Mariano Cáceres

La semana de Wall Street paso por alto el buen dato de la disminución de seguros de desempleo y el avance del paquete fiscal en el congreso, enfocándose casi exclusivamente en la el impacto del aumento de la tasa de los bonos del Tesoro norteamericano a 10 años que tocaron máximos desde febrero 2020, provocando que el S&P 500 (-2,67%), el Nasdaq (-3,04%) y el Dow Jones (-2,06%) cierren con pérdidas. El alza de la tasa a 10 años, aún en niveles histórico muy bajos, es un síntoma de una incipiente preocupación de los mercados por el aumento en las expectativas de inflación en Estados Unidos, que, de todas formas, se encuentran todavía bastante por debajo del objetivo de inflación del 2% promedio definido por la Reserva Federal estadounidense (FED).

Adicionalmente, durante la semana se expidió el presidente de la FED, Jerome Powell, expresando que continuarían estimulando la economía y que las tasas bajas se mantendrán mientras la inflación no supere el objetivo fijado por la autoridad monetaria. De todas formas, el correr de la semana hizo que los mercados tomaran con dudas el potencial accionar de la FED ante este empinamiento de la curva, y el jueves se produjo un importante sell off de acciones, que el viernes terminó con una rueda mixta con rebotes solamente en activos considerados defensivos.

En el plano local, a esta altura el calendario empieza a apretar cinturones y las noticias del avance de las negociaciones con el FMI fueron en principio bastante negativas, ya que, en lo referido al timing del acuerdo, todas las novedades extraoficiales apuntan a que el plazo original planteado para el 30 de mayo estaría casi descartado. En este sentido, distintos medios locales e internacionales publicaron dos versiones que sonaron con fuerza, la primera de ellas, sostenida por el diario The Wall Street Journal, indica que es poco probable que el gobierno llegue a un acuerdo de facilidades extendidas antes de las elecciones legislativas de octubre.

Recordemos que la fecha de 30 de mayo para el acuerdo no es literalmente un capricho autoimpuesto por el gobierno, sino que, se refiere al día en que el país debe cumplir con el pago de los USD 2.400 millones al Club de París. En esta línea, la segunda versión se basa en que la fecha original se considera como simbólica, ya que, el equipo de economía podría especular con un plazo de otros 60 días hasta que el default se concrete formalmente. Por lo tanto, esta situación ampliaría los tiempos hasta el 30 de julio, considerando también que los acreedores del Club de París son los mismos que los miembros con mayor poder de voto que el directorio del FMI.

Asignar una alta probabilidad a que por lo menos la fecha del acuerdo sea postergada es bastante razonable, no solo a raíz de las mencionadas versiones previamente comentadas, sino que, también a partir de otras evidencias que aportan a ese escenario, como son: (i) las declaraciones de funcionarios argentinos y del ente multilateral sobre lo ajustado de las fechas para arribar a un acuerdo; (ii) la experiencia vivida durante el juego de naipes de la reestructuración de deuda soberana de 2020, donde tuvimos el famoso default “anecdótico” que fue justificación para patear plazos en el cierre del canje varias veces y (iii) la noticia de que Argentina está considerando utilizar las nuevas reservas que emitiría el FMI para pagar el vencimiento de septiembre con el mismo organismo de USD 1.900 millones.

Tanto el contexto internacional como el panorama local arrastraron el índice Merval por segunda semana consecutiva a la baja, ya que terminó cerrando en 48.432 puntos un -4,77% semanal, que implica un acumulando anual de -5,45%. Todos los papeles del panel líder, salvo Grupo Financiero Valores que terminó neutro, tuvieron perdidas semanales, siendo los bancos Grupo Supervielle (-15,34%) y Grupo Financiero Galicia (-10,95%) los de peor desempeño. En lo referido al panel general, la disruptiva noticia del acuerdo entre Laboratorios Richmond y los representantes del Instituto Gamaleya para fabricar la vacuna Sputnik V en el país, hicieron que la acción subiera durante la rueda un +56,86% desde $153 a $240, recortando precio para el cierre en $183,50, es decir una ganancia del +19,93% diaria.

En este clima revuelto, sobre todo enfocado en los cambios de plazo del acuerdo, el riesgo país subió un +2,22% en la semana cerrando en 1.517 puntos básicos, el peor registro desde la restructuración de la deuda en septiembre pasado. En cuanto a los bonos soberanos en dólares los títulos ley internacional cierran con pérdidas de hasta -3,52%, en cambio los bonos ley local terminaron la semana con un verde promedio de +0,46%.

Por último, manteniendo el mismo nivel de brecha de 60%, tanto el dólar contado con liquidación ($145,32) como el dólar bolsa ($141,92) terminan la semana con alzas de +0,78% y +0,90%, cayendo su cotización en el acumulado del mes un -3,45% y -4,03% respectivamente.

Magister en Finanzas (Univ. Torcuato Di Tella) y Contador Público (Univ. Católica de Cuyo). Investigador Financiero en Fundación Bolsa de Comercio de San Juan y Analista Senior de Research y Estrategia en San Juan Bursátil. Más detalle en www.linkedin.com/in/mariano-cáceres-colombo-b45299106/

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